Un ladrón se quedó dormido en la madrugada de ayer en el rellano de las escaleras de un edificio situado en el tramo inicial de la céntrica Avenida Rosalía de Castro después de perpetrar un robo en un primer piso del mismo en el que desde hace tres meses vive de alquiler un matrimonio de nacionalidad ucraniana con sus dos hijas. La pareja estaba durmiendo y en torno a las 6.30 horas ella se despertó y se puso a buscar el gato y se percató de que la puerta de entrada a la vivienda se encontraba abierta, cuando ella sostiene la habían cerrado.
Ante esa situación que la dejó muy preocupada, ella decidió despertar a su marido. Este último, alertado por lo que le acababa de decir su esposa, empezó a inspeccionar el piso y a comprobar si se encontraba alguien en su interior, pero no había nadie. Sin embargo, ella relató a este periódico que cuando salieron a las zonas comunes del inmueble, empezaron a bajar por las escaleras hacia el portal de entrada del mismo y en un rellano se encontraron tirado y durmiendo a un individuo, que resultó ser J.C.O.M., alias “Perico” y de 38 años, natural de Porto do Son pero que vive habitualmente en la capital barbanzana. Además, agregó que observaron que junto a ese varón había algunos objetos que tanto ella como su esposo reconocieron como pertenencias suyas, como un IPAD y un ordenador portátil, que pudieron recuperar en ese instante.
Entonces, para pedir ayuda buscaron en Internet el teléfono de la Policía Local, a la que llamaron, mientras permanecían a su lado para, en caso de que se despertase, poder reternerlo. Se presentaron los agentes de servicio y procedieron a la detención de J.C.O.M., un viejo conocido de las fuerzas de seguridad, por la presunta comisión de un delito de robo en vivienda habitada. Luego, lo trasladaron a los calabozos de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, para que sus efectivos continuasen con las diligencias de investigación para que, una vez concluyan, puedan poner en las próximas horas a disposición de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Ribeira, en funciones de guardia.
Los denunciantes indicaron que el detenido, que parecía estar ebrio o algo similar, se dejó una bolsa en el referido portal que contenía las referidas pertenencias que supuestamente había sustraído, pero también otros objetos, algunos de los cuales podrían ser del propio arrestado, como un cuchillo multiherramienta, unos cascos de música, tres cargadores de teléfonos móviles, dos de tablets y dos de ordenador portátil, pero también comida que los arrendatarios del piso guardaban en la nevera, además de dos pantalones vaqueros, una sudadera, una cartera, un billete de 10 euros y una linterna.
Igualmente, las víctimas del robo, a la que acompañó el propietario y arrendador del piso asaltado, también en calidad de traductor, indicaron que echaron en falta otros objetos de su vivienda y que no encuentran, como un Asus Vivobook de color gris, una tablet negra de marca Wacom, un lector de tarjeta, un teclado y un ratón. Pero, precisaron que la relación de objetos sustraídos podría ser mayor y que iban a hacer inventario para comprobarlo y en caso de que sea así se pueda añadir a los objetos sustraídos que ya figuran en la denuncia. Por ello, sospechan que pudieron ser más los individuos que entraron a robar, teniendo en cuenta que les faltan dispositivos electrónico que no llevaba el ladrón.
Pese a que antes de ir a presentar la denuncia indicaron que la puerta podría presentar signos de haber sido forzada, posteriormente acudió al piso un cerrajero que no apreció esos daños, por lo que se decidió cambiar las cerraduras. Se sospecha que antiguos moradores y otras personas del mundo el hampa pudieran tener copias de las llaves y ahora las hayan usado para entrar sin forzar la puerta, ni la cerradura.