Más de un millar de personas mantuvieron viva ayer la tradición de celebrar la festividad de San Roque en Ribeira acudiendo a alguna de las nueve misas en la capilla de A Granxa, sobre todo a las de 11.00 y 12.00 horas, con 150 asistentes a cada una de ellas, así como en las de horario vespertino. A la solemne de las 13.00 acudieron 70 personas, que acompañaron la procesión por alrededor del templo. Las ceremonias religiosas fueron oficiadas por el párroco Ricardo Villaverde y Cristian Orduña, de México, que estudia Derecho Canónigo en Salamanca y ayuda en la iglesia de Aguiño. Del acompañamiento musical se encargó el colombiano Andrés Figueroa, seminarista en Santiago y que también realiza labor pastoral en la parroquia aguiñense. Durante la celebración tampoco faltaron los puestos de venta de rosquillas, el encendido de velas y la venta de librillos de la novena de San Roque, pero se echó en falta, tal y como ya viene sucediendo desde hace algunos años, la presencia de romeros comiendo bajo la arboleda existente en las inmediaciones de la capilla.