“Declarado desierto”. Así reza el decreto firmado por el alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz, respecto al proceso de licitación convocado para la contratación de las obras del proyecto de paso -puente- sobre el río Listres para dar continuidad a dos calles en Castiñeiras, concretamente las de As Pedras y Os Paxariños. Ello se debe a que, en el plazo comprendido entre el 30 de diciembre de 2021 y el pasado 9 de febrero, ninguna empresa se interesó por la creación de esta infraestructura en el lugar de Os Areeiros, al menos, en las condiciones que se recogen o contemplan en los pliegos en los que se ofertó esa actuación cuyo presupuesto inicial era de 82.293 euros. El plazo inicialmente abierto para presentar ofertas, que era hasta el 25 de enero, se amplió al tener que introducirse una modificación en ese presupuesto al detectarse un error en la suma del apartado de cimentación, por lo que quedó en 75.671 euros.

En estos momentos se está a la espera de saber si el Concello vuelve a sacarla a licitación y si introduce modificaciones en la misma, pues todo apunta a que al tratarse de un proyecto elaborado hace tiempo, pudiera tener los precios obsoletos y sea preciso actualizarlos. Ese procedimiento persigue la construcción de un puente de hormigón armado, de 15 metros de largo por 9 de ancho, unirá el tráfico rodado entre ambas márgenes del río Listres en una zona próxima al tanque de tormentas situado entre Aguiño y Castiñeiras. Esa actuación, que se contempla en el PXOM, estaba previsto financiarse con fondos de las arcas municipales.

El río Listres separa físicamente el lugar de Os Areeiros y los caminos antes citados no tienen continuidad al cortarse al llegar a cada una de las dos márgenes del cauce fluvial, existiendo únicamente una pasarela de madera para que puedan transitar los peatones. De hecho, el único lugar de paso para vehículos es a través de la carretera general entre Ribeira y Aguiño por Castiñeiras, la DP-7307, de titularidad provincial. Por ello, la construcción del citado puente dará continuidad a los caminos y permitirá el paso del tráfico rodado. Cada uno de los dos carriles del tramo del nuevo puente tendrá una anchura de 3 metros, así como aceras accesibles, una de las cuales tendrá un ancho nunca inferior al metro y medio.

El espacio del puente no permitirá aparcamientos en sus márgenes y no se prevé la instalación de alumbrado. Una vez que se construya, en caso de seguir adelante con el proyecto, la velocidad máxima permitida allí será de 20 kilómetros por hora. Las actuaciones previstas contemplan desmontar la pasarela de madera y su recolocación provisional agua abajo de la obra -se retirará definitivamente al entrar en servicio el puente-, retirada de la escollera de cajeros de la canalización actual, excavación de tierras para la cimentación y estribos laterales, ejecución de dos grupos de 4 pilotes cada uno y de 20 metros, y encepados para enlazar cada grupo, barandilla de protección lateral de acero inoxidable de 0,95 metros de altura anclada a la acera y otras obras.