Dos personas que corrían por un sendero que discurre entre la playa de O Vilar y el edificio del Cielga localizaron sano y salvo, pasada la una de la tarde de ayer, al septuagenario ribeirense Manuel Pego Pego, vecino del entorno de Santa Clara, en Deán, que estaba desaparecido desde la media tarde del pasado lunes, e hicieron que este suceso que tenía en vilo a la capital barbanzana y sus alrededores, tuviera un final feliz. Unos de ellos lo identificó rápidamente al darse cuenta de que coincidía con la foto que le pasaran por un grupo de amigos del futbol de WhatsApp, y acudió al centro de recepción de visitantes del parque natural de Corrubedo.
Ambos acudieron a la denominada Casa da Costa para dar la voz de alarma y desde allí se llamó al 112, que dio traslado de ello a los diferentes cuerpos de seguridad y otros equipos que formaron el grueso del operativo de búsqueda, al que en las primeras horas de la noche y hasta las dos de la madrugada se sumaron Guías Caninos, que estuvieron buscando por el entorno de la vivienda de Manuel Pego, en donde los perros detectaron su rastro y que siguió el mismo recorrido que el septuagenario realizaba de manera habitual por las avenidas de A Coruña y de Ferrol y sus entornos. Además, según detallaron efectivos participantes en la búsqueda, los canes también siguieron un fuerte rastro en la zona de Artes, en donde algunas personas indicaron que lo había visto en torno a las nueve y media de la noche del lunes, pero la lluvia les dificultó su seguimiento.
Con ese dato y teniendo en cuenta que el entorno de la casa de Manuel Pego ya estaba muy pisado, incluso por una veintena de voluntarios que formaron cuadrillas, el operativo de búsqueda estaba planteándose trasladar el centro de mando a la zona de la iglesia o al centro recreativo de Artes, pero la aparición lo que ha provocado es su desactivación.
Voluntarios rastrearon varias zonas | Chechu Río