Doce campanada, doce uvas y mucha diversión. Así recibió este mediodía A Pobra de manera anticipada y simbólica el 2025 con una celebración que arancó en las proximidades del consistorio. Se trató de una propuesta organizada por segundo año consecutivo por la Concellería de Cultura tras la buena acogida que obtuvo el año pasado. A pesar de que este 31 de diciembre coincidió en martes y jornada laborable, fueron numerosas personas las que se congregaron frente al edificio del Ayuntamiento y agotaron la totalidad de la provisiones, pues en muy poco tiempo ya no quedaba ninguna de las 450 bolsas con uvas ni de los 600 cotillones.
El humorista Oswaldo Digón ejerció de maestro de ceremonias en este evento que estuvo caracterizado por la interacción con el público, al que animó a deshacerse de todo lo malo para entrar en el año nuevo "como se merece". Y, así, la villa pobrense festejó este particular fin de año en conjunto al son de un DJ para, a continuación, continuar al ritmo de la música de Os Festicultores en su recorrido por el casco urbano en una animada sesión vermú.
Además, está previsto que, después de que cada uno tome las doce uvas, o el producto que sea de su elección, en las campanadas reales que marcarán el cambio de año, a partir de la una de la madrugada se traslade la celebración a las calles de la localidad y, especialmente, a la carpa que está situada en la Praza Alcalde Segundo Durán, y que se convertirá en en el punto de encuentro con la programada Festa de Aninovo con DJ y cotillón.