La Policía Nacional de Ribeira sospecha que las dos narcolanchas que, a primera hora de la mañana de ayer, fueron localizadas varadas en las playas de Espiñeirido y O Vilar -se cree que hubo una tercera planeadora de la que se desconoce si paradero, aunque se llegó a apuntar que encayó en Fisterra, pero se descartó-, no llevaron a cabo desembarco alguno de drogas, y baraja como principal hipótesis que les pudo fallar algo y tuvieron que abortar la operación. En ese sentido, apuntan a que sus tripulantes decidieron abandonar las “gomas” en los referidos lugares del litoral ribeirense para deshacerse de ellas, aunque la más grande, de doce metros de eslora y que tiene un GPS y tres motores de 300 caballos cada uno, está prácticamente nueva, mientras que la otra apareció, de menor tamaño y con dos motores también de gran cilindrada, estaba rajada.

De esta manera, el resultado inicial de las investigaciones de los efectivos de la comisaría ribeirense disipan todas las elucubraciones que se desataron a los largo de la jornada de ayer en las que, sin ningún tipo de fundamento, se apuntaba que se había introducido un monumental e histórico alijo de estupefacientes, probablemente cocaína. Incluso se apuntaba a que los narcotraficantes habían vuelto a apostar por llevar sus embarcaciones semirrígidas hasta la referida localidad de la margen norte de la ría arousana, y aprovecharse de la impunidad que les pueda ofrecer la oscuridad de la madrugada para actuar con tranquilidad. Incluso, se llegó a apuntar la dificultad de acceso desde tierra, pues las carreteras están lejos y sólo se puede acceder en todoterreno o un vehículo similar, lo que dificultaría una posible persecución por parte de las fuerzas de seguridad.

Hallazgos

Una de esas dos lanchas apareció varada poco antes de las ocho y media de la mañana en el tramo ribeirense de la playa de Espiñeirido, que se incluye en el complejo dunar de Corrubedo. Fue un particular el que a esa hora contactó con el Centro Integrado de Atención ás Emerxencias 112 Galicia para avisar de ese hallazgo, y desde dicho servicio se dio traslado del mismo a las Policías Local y Nacional, así como a Salvamento Marítimo y al Servizo de Gardacostas de Galicia, acudiendo posteriormente también la dotación de guardia del GAEM. Una vez llegaron al lugar los efectivos policiales, comprobaron que esa embarcación era una planeadora de goma de las que se suelen utilizar para transportar droga, y que tenía dos motores Yamaha de 300 caballos de potencia cada uno y que estaba bastante dañada. Además, en el entorno de esa narcolancha aparecieron desperdigados varios bidones de color azul que contenían combustible.

Una hora después, fue otro particular el que avisó que en la playa de O Vilar había aparecido otra lancha de similares características, pero esta vez llevaba tres motores de 300 caballos de potencia y en un aparente mejor estado que la otra. Hasta la zona se desplazaron más de una docena de efectivos policiales, pertenecientes a las unidades judicial, científica y de seguridad ciudadana de la comisaría ribeirense, que se hicieron cargo de la custodia e investigación. Sus agentes estuvieron tomando fotografías y recogiendo pruebas e indicios que les permitan esclarecer lo sucedido aunque, como ya se indicó, no se realizó ninguna descarga de droga. A esa zona de la playa de O Vilar también acudieron agentes municipales, integrantes del GAEM, vigilantes del parque natural e inspectores del servicio de Vigilancia Aduanera.

Estaba previsto que a media tarde de ayer, aprovechando que la subida de la marea desenterró la narcolancha varada en la playa de O Vilar, se iniciasen las labores para poder sacarla de la zona de playa que ocupaba por el agua. Para ello acudió un tractor de la empresa Andrés de Frións, que giró la planeadora y la puso mirando la proa hacia el océano y con la quilla tocando la lámina de agua. Seguidamente, con una embarcación del servicio de Aduanas se intentó remolcarla, para lo que se le enganchó un cable para tirar de ella. Sin embargo, cuando se estaba realizando esa maniobra, el referido cable rompió al contactar con las turbinas. Por ello, la lancha deberá permanecer, al menos, hasta mañana a que se vuelva a intentar sacarla  por mar. Mientras tanto, la Policía Nacional permanecerá allí custodiándola, al igual que con la que quedó varada en Espiñeirido.