La designación por la corporación de Ribeira de los festivos locales para 2023 ha vuelto a deparar sorpresas, no tanto en las jornadas elegidas, que serán el 24 de julio (Día da Dorna) y el 12 de septiembre (Santa Uxía), como ya sucedió en 2019, sino en el sentido del voto de algunos grupos políticos. Esta vez fue el PBBI el que permitió que prosperase esa propuesta, al obtener 16 respaldos, sorprendiendo incluso al PP, que se alegró que “Mariño estea do noso lado”.
Fue un cambio de opinión del PBBI respecto a lo que venía manteniendo en otras ocasiones, ya que en 2019 quería que los festivos fuesen Martes de Carnaval y Dorna. Aunque en aquella ocasión lo justificó en que Santa Uxía cuadraba en sábado con el añadido de que podrían abrir los negocios, aprovechándose de la mayor afluencia de gente por la celebración del mercadillo semanal, y que tanto la hostelería como el comercio tendrán la oportunidad de potenciar sus negocios.
El respaldo a la propuesta de Manuel Ruiz se produjo pese que esta vez se votó primero, a diferencia de lo ocurrido en un pleno noviembre de 2018, la enmienda de BNG y Suma Ribeira que proponía el Martes de Carnaval (21 de febrero) y la Dorna, que obtuvo 5 votos a favor, 15 en contra y la abstención de la edila Tania Redondo (PBBI). Ese año 2018 fue la chocante abstención de los tres ediles que entonces tenía el PSOE, junto con el concejal no adscrito Asier Casais, lo que permitió que prosperase la propuesta de Ruiz, como ocurre ahora, fueran festivos la Dorna y Santa Uxía, frente a la enmienda de BNG, IPdeR y la edila no adscrita Mª José Brión a favor de la Dorna y Carnaval.
Ruiz defendió su propuesta indicando que ese es el sentir del conjunto de la ciudadanía y que no debía decidirse por lo que opine sólo un sector como la hostelería, y expresó su compromiso de programar actividades otros días de Carnaval para colaborar con los locales. BNG y SR propusieron que para potenciar la festividad de la patrona que debían programarse los festejos el segundo fin de semana de septiembre al sostener que no coincidiría con otra fiesta -no se percataron que esos días es A Guadalupe en Rianxo-, manteniéndose en el día 12 los actos religiosos e institucionales. Y recriminaron al alcalde que presentase su propuesta tres días hábiles antes de la votación, sin haberla consensuado y actuando de manera unilateral.