Armadores, marineros y subastadores de lonja de Ribeira le trasladaron hoy al recientemente reelegido presidente de VOX, Santiago Abascal, en la visita que realizó a la capital barbanzana, su preocupación por el declive del sector pesquero en la localidad, en particular, y en Galicia, en general, que ha empleado a muchas familias y que cada vez tiene "menos recorrido por los elevados impuestos, la subida de los costes de producción, sobre todo por el combustible, y también por las cuotas pesqueras que vienen impuestas desde Bruselas", indicaron. Le dijeron que antes se podía pescar a partir de su conocimiento, su experiencia y el sentido común, que ellos sabían cómo era su medio natural, sabían qué pescar, cuándo y cuánto. De hecho, un armador le indicó que “llevo 20 años saliendo a pescar, no necesito que nadie me explique cómo es mi mar” pero que, en cambio, ahora comprueba que hay personas que no saben dónde está Ribeira, ni qué necesidades tienen sus habitantes, que son las que deciden por ellos lo que pueden pescar.
Desde el sector del mar ribeirense le indicaron que solo pueden pescar un pez espada al día y que los pescadores de arrastre están condenados a la extinción por las normativas de la Unión Europea. Y añadieron que desde hace varios años cada vez hay menos embarcaciones de arrastre y, por lo tanto, menos familias viviendo del mar y que piensan en dejar la zona, como resultado de las "normas verdes". Además, entre los comentarios más comunes que le hicieron al líder de VOX destacaron "el cansancio con los impuestos, el tiempo que pierden entre papeles y oficinas, el desconocimiento de quiénes son las personas que deciden sobre sus vidas y el difícil relevo generacional", y que un marinero le preguntó de manera retórica por “quién va a querer vivir sin ayudas y con una continua persecución de la Administración”. En este sentido, Santiago Abascal les manifestó que su partido político siempre ha defendido y defenderá al sector primario frente a la competencia desleal, a la excesiva burocracia de Bruselas y a la imposición de unas "políticas climáticas abusivas e ilógicas que atan las manos a nuestros agricultores, ganaderos y marineros, entre otros".