La introducción del color y las nuevas tintas a través del uso de las nuevas tecnología ha llegado a los Premios Atlante, convocados por el Museo de Artes do Gravado á Estampa Dixital, y su jurado lo ha valorado como algo muy positivo por las posibilidades estéticas, técnicas y tecnológicas que ofrece. Así lo indicó su portavoz, Carmen Hermo, al dar a conocer el fallo, que ha supuesto que el Premio Ramiro Carregal, dotado con 5.000 euros, fuera a parar a manos de Prakarn Jantaravichit, de Tailandia, por su serigrafía “Melón Nº1”, del que destacó “a mestura de linguaxes, con referencias abstractas, figurativas e o tratamento da cor xestionada con tintas sintéticas”.
Por su parte, los tres Premios Atlante, con dotaciones económicas de 2.500 euros cada uno fueron para la madrileña Mari Carmen Isasi Martínez por su grabado digital con tintas pigmentadas “La luz dibuja”; la bilbaina Federica Bau por “Paisaje IV”, una plancha tallada a láser, monotipo y collage; y el italiano Marco Poma por el aguafuerte en zinc “Divergenza”. Además, el Premio Galicia “Pedras de Santiago”, con 2.000 euros, fue para una serigrafía en papel artesanal sin título realizada por la pontevedresa Carolina Bouza Calvo.
El jurado, compuesto por José Daniel Buján Núñez, Alfonso Costa Beiro, Carmen Hermo Sánchez, José Manuel López Vázquez, Juan Monterroso Montero, Isabel Pintado Palacios y Soledad Penalta -en sustitución del fallecido Manuel Ayaso Dios-, destacó en línea generales la gran calidad de la gran mayoría de las 272 obras presentadas por 188 artistas procedentes de 25 países como Alemania, Argentina, Brasil, Chile, España, Estados Unidos, Puerto Rico, México, Perú, Francia, Rusia, Bulgaria, Holanda, Italia, Portugal, Polonia, Suecia, Taiwán, Suiza, Gran Bretaña, Macedonia, Japón, Israel, Irán y Tailandia.
Por ello, decidió conceder menciones de honor a los finalistas Raquel Hernández Izquierdo, de España, por el aguafuerte “Sol positivo”; a Fabio Riaudo, de Italia, y a Floki Gauvry, de Argentina, por los aguafuertes en zinc “Uno” y “Cactus”, respectivamente. Además, concedió menciones de honor en el Premio Galicia a Antía Iglesias Fernández, de Gondomar, por “Micropaisaxes vexetais especulativos”, en el que utilizó las técnicas de fotopolímero, chine colle -papel de china encolado- y grabado láser sobre papel; y a la coruñesa Nuria Pena Figueruelo, por la obra “Solpor”, realizada en impresión digital pigmentada, con técnicas aditivas con carborundum y chine colle. Además, fueron seleccionados otros 35 grabados que, junto con los ganadores y finalistas, se expondrán a partir de septiembre en una sala del Museo de Artes do Gravado.