Ribeira estrenó pasadas las seis y media de la tarde de ayer su Navidad con el encendido del alumbrado de esta época del año. Fue un acto que resultó más multitudinario que nunca con una plaza prácticamente llena, pues se contaba con el aliciente del concierto del grupo local Leite con Jalletas. Desde ese momento ya luce en el centro de la ciudad toda esa decoración con diferentes elementos de luces, destacando una corona real de seis metros de altura en la Praza do Concello, techos lumínicos en calles peatonales y un árbol de gran tamaño en la Praza de España y una campana de grandes dimensiones en el Malecón, donde luego se procedió al descubrimiento y encendido del belén municipal, en el que, un año más, la gran motivación estuvo entre los más pequeños por encontrar a la figura del cagón, que esta vez era más grande y estaba más visible que en anteriores ocasiones, y que incluyó como novedad que era móvil, girando sobre si mismo. Además, el hecho de que junto a él hubiera un espejo llevó a la confusión inicial de que hubiera dos figuras iguales, pero era una sola reflejada. Y destacaron las estrellas con los nombres de cada parroquia, con als uqe se pretende promover que se trata del nacimiento de todos los ribeirenses, y entre las novedades de las piezas que se exhiben sobresale también un molino con movilidad.