La lluvia que estuvo cayendo de manera intermitente a lo largo de la mañana en Ribeira hacía temer que no pudiera sacarse en procesión la imagen de su patrona, en una fecha en que volvió a ser festivo local, lo que muchos vecinos aprovecharon para desplazarse a otras localidades. Pero, poco antes de la una de la tarde las precipitaciones concedieron una tregua e incluso se abrió algún claro entre las nubes negras y se dejó ver el sol. Entonces, el párroco Alfonso Mera anunció que habría desfile con la talla de Santa Uxía por las calles céntricas de la ciudad, incluida la que lleva su nombre, momento en el que se lanzaron bombas en su honor.
Fue un evento que contó con la participación del alcalde, Manuel Ruiz, y otros representantes de la corporación municipal; los patrones mayores de Ribeira y Aguiño, José Antonio Pérez y José Antonio Santamaría, respectivamente; el comisario de la Policía Nacional, Diego Amaya; el jefe de la Policía Local, José Manuel Bretal; integrantes del Escuadrón de Vigilancia Aérea EVA-10, y los presidentes de las asociaciones de empresarios y de amas de casa, Francisco Martínez y Puri Cores.
Al remate de la procesión en el atrio de la iglesia parroquial, y antes de que la imagen de la patrona de Ribeira fuera devuelta a su lugar, se pudieron escuchar gritos -tres- de “¡Viva Santa Uxía!” por parte de uno de los asistentes, que obtuvieron su réplica en el resto de los presentes. A continuación, se sirvió un ágape al aire libre, en uno de los laterales del templo religioso, mientras la Banda de Música de Lousame, que ya había acompañado la procesión, al igual que el grupo de gaitas Tahume, ofreció un concierto. Lo que si provocó la lluvia fue el aplazamiento del concierto en sesión vermú de Sabelasnotas, que iba a tener lugar en el parque García Bayón, y que los hinchables previstos en la Praza do Concello se trasladasen a la carpa instalada en el Malecón, y que el espectáculo de magia Galicia Ilusiona con Lore Lavand, que iba a ser en la Praza Porta do Sol, se desarrolló en el auditorio.