Un ribeirense se deberá sentar el próximo miércoles, día 20 de septiembre, a partir de las nueve y media de la mañana, en el banquillo de los acusados de la sección compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña para responder de la acusación del delito de prostitución y corrupción de menores, por el que la Fiscalía le pide una condena de ocho años y medio de cárcel, inhabilitación especial durante 15 años para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad, y libertad vigilada durante siete años. Igualmente, demanda que se proceda al comiso de todo el material tecnológico incautado en el domicilio del acusado. Los hechos que se le atribuyen en el escrito de acusación del Ministerio Público se derivan de las diligencias previas abiertas en 2019 en el Juzgado de Instrucción Número 2 de A Coruña en las que se descubrió la IP de titularidad del ahora procesado desde la que presuntamente se habían distribuido 261 archivos con contenido pornográfico infantil y nombres que aludían de forma expresa a dicho contenido.

El 6 de febrero de 2020 se realizó una entrada y registro en el domicilio del acusado en Ribeira, donde se aprehendieron, en relación con los hechos de que se le acusa en esta causa, un ordenador, un disco duro externo y dos USB de 128 GB y 16 GB. La Fiscalía sostiene en su escrito de conclusiones provisionales que el acusado poseía y visualizaba una gran cantidad de archivos, fotos y video, de menores de 16 años participando en conductas sexuales explícitas,  e incluso material de contenido sexual en que los sujetos eran menores de muy corta edad -algo que la fiscal asegura que es constatable con la simple visualización de las imágenes-, manteniendo relaciones entre sí o mostrando sus órganos sexuales y realizando actos del contenido referido. Además, señala que el procesado compartió con otros usuarios de la red ese tipo de archivos mediante la aplicación "eMule", precisando que el total de archivos de contenido de pornografía infantil alcanza los 833, de los que 794 son vídeos y 39 imágenes.

El Ministerio Público advierte en su escrito de acusación de que en algunos de esos archivos, también compartidos, se constatan imágenes especialmente duras y sádicas con niños muy pequeños, incluso con la participación de un perro y también de un adulto que oculta su rostro dirigiéndose a un menor desnudo en una cama. Igualmente, indica que en una estancia de la vivienda habilitada como salón se localizó un ordenador encendido y conectado a internet por cable, además de un disco duro, y que tiene instalado el programa de intercambio de archivos "P2P eMule" y tiene un icono con acceso directo en el escritorio, "localizándose 34 archivos de pornografía infantil -29 de imagen y 5 de vídeo- y la referida aplicación para el intercambio de archivos en la que se comprobó la descarga de 309 archivos y que durante la ejecución del programa por los agentes actuantes se estaban descargando archivos. El acusado compartió con otros usuarios 14 archivos de pornografía infantil".

Además, en el ordenador incautado se localizaron 128 archivos -118 de vídeo y 10 de imagen- con contenido pornográfico infantil de sexo explícito. Añade que el programa de intercambio de archivos estuvo activo desde el 20 de agosto de 2019 al 4 de febrero de 2020 y que el acusado compartió, al menos, un archivo con otros usuarios. En el disco duro externo intervenido por la Policía poseía 55 archivos de vídeo con pornografía infantil con contenido sexual explícito, mientras que en uno de los USB se localizaron 20 archivos de vídeo con pornografía infantil y en el otro USB se encontraron 569 archivos de pornografía infantil con contenido sexual explícito, en los que se encuentran menores de muy corta edad.