La presión social y la unión bajo el lema “Palmeira, sangre y arena” de la que se habló a primera hora de la noche del lunes en la concentración vecinal delante de la Casa do Mar de la parroquia para tratar de evitar el desmantelamiento de su centro de salud ha surtido efecto. La primera reacción llegó poco antes de las cinco y media de la tarde de ayer en forma de comunicado del Concello, en el que se indica que el alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz, lleva semanas realizando gestiones con la Xerencia da Área Sanitaria de Santiago-O Barbanza para que se ofrezca una solución a los déficits en el servicio de Atención Primaria que, por bajas laborales, se están registrando en algunos ambulatorios de la localidad, particularmente en los de Palmeira y Santa Uxía.
En este sentido, el mandatario local declaró estar preocupado por esta situación, pero confía en que sus gestiones puedan fructificar, ofreciendo a corto plazo una solución a esta problemática, “cando menos de forma parcial”, precisó. Además, Ruiz comprende y apoya la referida concentración celebrada por los vecinos en defensa de sus reivindicaciones. Y, a diferencia de lo que se indicó en la concentración vecinal de que en otros sitios se cubren bajas y vacantes y de que en esta zona no se ofrecen condiciones adecuadas de trabajo para que los médicos las acepten, el alcalde dijo ser consciente de que la merma en la Atención Primaria “non é exclusiva do concello, da comarca ou de Galicia, senón que está estendida de xeito xeralizado no ámbito do Estado”. A este respecto, expresó su apoyo a la Xunta en sus reclamaciones al Ejecutivo central para que, dentro de sus competencias, adopte medidas para resolver de forma definitiva “os problemas de escaseza de persoal sanitario”.