La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo no ha admitido a trámite el recurso de casación presentado por los cuatro jóvenes acusados por propinar una paliza a una pareja en un bar de A Pobra en 2016. Así, se confirma la pena interpuesta por el TSXG, que interpuso una condena de 8 meses de cárcel por un delito de lesiones y dos meses de multa con la cuota de seis euros por un delito leve de lesiones, así como una indemnización conjunta de 310 euros y 3.906 euros a cada una de las víctimas. Asimismo, se condenó a otro de los autores por un delito de amenazas.

En este caso, los condenados argumentaban la vulneración del derecho a la presunción de inocencia por falta de pruebas y que no se tomó en cuenta la participación activa de las víctimas en la trifulca, como declaró el dueño del bar. Sin embargo, el Alto Tribunal consta probado que, entre las 3 y las 4 horas del día 18 de diciembre de 2016, dos de las acusadas discutieron con una de las víctimas, a la que empujaron y golpearon, hasta que fueron separadas por clientes del bar, entre los que se encontraba el novio de la increpada. Ante ello, las agresoras avisaron a sus parejas, que cargaron contra las víctimas, a las que tiraron al suelo y propinaron a ambos puñetazos y patadas.

A consecuencia de la agresión, el hombre sufrió varias lesiones, que requirieron tratamiento médico, inmovilización con férula y rehabilitación, quedándole como secuela, dolor en una mano y como perjuicio estético, deformidad en la primera interfalángica del quinto dedo de la mano izquierda. Por su parte, la mujer sufrió lesiones que solo requirieron de primera asistencia para su curación. Además, dos de los condenados sufrieron diversas lesiones leves, pero el TSXG exoneró de responsabilidad a la pareja.
Asimismo, en el caso de las amenazas, el acusado se dirigió a las víctimas, acompañadas de sus padres en el cuartel de Guardia Civil de Boiro, diciendo “os voy a buscar y os vais a enterar”, entre otras frases, e hizo un ademán llevando la mano con un dedo hacia el cuello y haciendo el gesto de cortarlo.

Por ello, el Supremo considera que la sentencia del TSXG valora “de forma lógica la prueba practicada” y destaca la verosimilitud de las declaraciones de las víctimas y su coherencia con los testigos, por lo que no existe dicha vulneración de la presunción de inocencia.