El juicio señalado para ayer en la Sección compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña contra dos acusados de intento de homicidio, tras apuñalar y disparar en mayo de 2023 a un joven en Ribeira, y de amenazar de muerte a otro, así como contra otros dos individuos que los habrían encubierto, se suspendió tras negociar las partes con la Fiscalía una conformidad que, a la espera de que se complete el pago acordado de la responsabilidad civil, de 60.000 euros, está previsto que se ratifique el 17 de marzo.

La abogada de los dos principales procesados, Carmen Ventoso, detalló que el acuerdo alcanzado con el Ministerio Público y la acusación particular tiene como condicionante el abono de la citada responsabilidad civil, que se vio sensiblemente reducida, pues la acusación particular y el fiscal pedían 400.000 y 85.271 euros, respectivamente. De la cantidad acordada, 30.000 ya se consignaron en la cuenta del Juzgado y para el abono de la otra mitad tienen de plazo hasta el día para el que se pospuso la vista oral. 

Además del pago de la indemnización, el acuerdo fija la reducción de las condenas de prisión, quedando en 7 años de cárcel y sin expulsión del país para el que se pedían 20 y que se fuera de España. En el caso del otro, para el que se pedían 10 años de privación de libertad, la pena se queda en un lustro. En caso de no abonarse lo acordado, el juicio se acabará celebrando el 17 de marzo, pero todo apunta a que hay voluntad de afrontar esa responsabilidad civil, como lo demuestra la consignación de la mitad del dinero. Todo apunta a que con los otros dos acusados habría posibilidad de conformarse.

Secuencia del suceso

Los hechos se registraron en la madrugada del 21 de mayo de 2023, cuando los dos principales acusados, de origen dominicano, tuvieron una discusión con una de las víctimas en el Malecón. Tras ese encontronazo, se habrían ido a su domicilio a buscar una pistola y un cuchillo para volver a buscar a esa persona, a la que amenazaron con matarla, encañonándola con el arma. Un procesado realizó un disparo con intención de matarlo, según sostienen Fiscalía y acusación particular, pero lo consiguió esquivar.

El segundo perjudicado, amigo de la primera víctima, trató de impedir que los agresores lo persiguiesen y, tras un forcejeo, resultó “gravemente herido” al ser apuñalado en cuatro ocasiones en la zona lumbar por un acusado. Siempre según las tesis de la Fiscalía, el otro le apuntó con la pistola y disparó, hiriéndole en el costado izquierdo, atravesándole la bala los pulmones y quedó alojada en el hígado. Se habrían deshecho entonces de las armas, dejando el cuchillo en la propia calle y la pistola fue arrojada a la dársena ribeirense, donde fue localizada días después en un dispositivo montado por la Policía Nacional para tal fin. Ambos contactaron con dos conocidos para ocultarlos en una vivienda de Caldas y que luego los trasladasen a Oporto para “poder abandonar el país y evitar ser capturados por la Policía”. Finalmente, fueron interceptados y detenidos por agentes de la Policía en el peaje de la AP-9 a la altura de O Porriño. 

 

Tres años para los encubridores

El Ministerio Público consideró los hechos constitutivos de dos homicidios en grado de tentativa, otro de un delito de tenencia ilícita de armas -su tenedor carecía de permiso- y de sendos delitos de encubrimiento. Por ello, reclamaba para el principal acusado, autor de los disparos que impactaron en una de las víctimas, 20 años de prisión, mientras que el otro se enfrentaba a 10 años de cárcel. Para los encubridores reclamaba tres años de prisión y para el herido, que tuvo que permanecer ingresado en la UCI, solicitaba una indemnización de 85.271 euros.