La alerta por la previsión de un episodio de fenómenos meteorológicos adversos de nivel naranja por viento que iba a afectar al noroeste, suroeste y oeste de la provincia de A Coruña desde primeras horas de la mañana hasta la noche de ayer, en que se esperaban rachas máximas de 100 kilómetros por hora, aunque en la estación de Meteogalicia situada en la isla de Sálvora se recogieron en torno al mediodía registros de vientos de unos 102 kilómetros por hora, y durante el resto de la mañana, tanto antes como después, no bajaron de los 82 kilómetros por hora, lo que se tradujo en varias incidencias por caída de árboles y otros elementos. 

Si el pasado 23 de marzo fueron cuatro grandes pinos los que se desplomaron encima de la pista de tenis y su cierre perimetral en el lugar de Canabeiros, en la parroquia ribeirense de Oleiros, ayer se tuvo conocimiento en torno a las cinco y cuarto de la tarde de que los fuertes vientos había derribado un pino de grandes dimensiones sobre la pasarela de madera del paseo marítimo de Coroso, en su extremo más próximo al camping. Hasta el lugar del suceso se desplazó una patrulla de la Policía Local de Ribeira y estaba previsto que a lo largo la tarde acudieran los efectivos de servicio del Grupo de Apoio ás Emerxencias Municipal (GAEM) para proceder a su corte y retirada de ese árbol para restablecer el paso peatonal por esa senda. 

Además, la dotación de guardia del parque comarcal de Bomberos de Boiro -las instalaciones situadas en la zona ribeirense de Xarás en las que están destinados sus compañeros estuvieron cerradas desde las nueve de la mañana por falta de personal que impidió prestar ese servicio- se tuvo que desplazar hasta la localidad de A Pobra, así como en otras zonas de la comarca, para intervenir en incidencias del temporal, principalmente, de viento, que azotó a la zona y que se tradujo en la caída o desprendimiento de diferentes elementos, como sucedió con un letrero de grandes dimensiones de un establecimiento del sector hostelero ubicado en el lugar de O Campiño, que cayó sobre el tejado. Para atender la alerta por esta incidencia también se movilizaron una patrulla de la Policía Local y la agrupación de voluntarios de Protección Civil pobrenses.