Los trabajadores del centro de salud de Ribeira, con respaldo de pacientes, políticos y plataforma comarcal en defensa de la Sanidad Pública, volvieron a concentrarse. Estaba previsto que esa acción sirviera para agradecer la medida aplicada por la Xerencia da Área Sanitaria de Santiago-O Barbanza de incorporar dos médicos de refuerzo por movilidad -dentro de una redistribución de los recursos humanos- que estaban prestando sus servicios en los ambulatorios de Lira (Carnota) y “Concepción Arenal” en Santiago. Pese a que valoran el esfuerzo, su apreciación es que “la situación cambió realmente muy poco”, afirmó Mónica Buela, médico de Atención Primaria en dicho centro de salud.
Buela manifestó que esos dos compañeros que les están echando una mano lo hacen voluntariamente y les agradecen que acudieran a prestarles ayuda “pero dejan un hueco en sus centros de salud para venir aquí. O sea, que se desviste un santo para vestir otro”. Esta doctora manifestó que están trabajando la mitad de los médicos de la plantilla del turno de mañana con agendas de entre 40 y 50 pacientes cada uno, y que para tratar de paliar la crítica situación diseñaron un sistema auxiliar de urgencias matinales con un compañero encargado de resolverlas, dando cobertura a todos los cupos que no tienen médico. “Es como un PAC de mañana para atender lo que es más urgente. Aún así, creemos que este sistema colapsará pronto, ya que con la llegada del verano la demanda de asistencia médica y las salidas para atender a pacientes se multiplicarán”, detalló.
La representante de los facultativos en dicha concentración ante las puertas del ambulatorio ribeirense señaló que todos los compañeros “estamos pasados de horas, colaborando en la medida de nuestras posibilidades y de lo que nos permite la situación personal e, incluso, más de lo que debemos”. Buela detalló que, en su caso, tendría que realizar 50 horas de guardias “y estoy haciendo 130, por encima de mi jornada laboral y así no lo puedo mantener. Estamos todos al límite”. A juicio de estos trabajadores, “hay que buscar una solución estable en el tiempo”. En este sentido, Buela refirió que se pretendía que los MIR se incorporasen antes de tiempo “pero no estamos viendo luz al final del túnel”, por lo que pide a los políticos que les den una solución, pues eso no les compete a los médicos, “que a lo que nos dedicamos es a ver pacientes”, subrayó Buela.
Esta médico cree que es hora de sentarse a hablar y que no es cuestión de buscar culpables, ni de echarse los trastos a la cabeza: “El gran perjudicado es el paciente, y estamos viendo algunos que tienen problemas serios y a los que hay que diagnosticar, pero sin colapsar los servicios de urgencias con casos que podemos resolver en las consultas. Hay que tomárselo en serio”, concluyó.