El trazado aprobado por el Consello de la Xunta para ejecutar la obra de la variante de Ribeira, en la que el gobierno autonómico tiene previsto invertir 10,3 millones de euros, se encuentra con las primeras discrepancias de los grupos políticos con representación municipal.
El BNG fue el primero en alzar la voz y pide al gobierno local que cumpla los acuerdos plenarios en los que se establecía que la opción elegida sería la más económica y la que tuviese una menor afectación social y ambiental.
Los nacionalistas entienden que la propuesta aprobada generará problemas de tráfico en tres centros escolares, ocasionará grandes movimientos de tierras, afección social al pasar por núcleos habitados y un mayor coste económico.
El itinerario al que el Consello da Xunta dio luz verde parte de las proximidades de la glorieta de Xarás, en la confluencia de la carretera AC-550 y la autovía hasta el tramo urbano de Ribeira. Posteriormente, rodeará el centro para conectar con el vial de la costa, la DP-7307.
El trazado contempla también la construcción de cinco glorietas, así como la ejecución de un paso inferior para mantener las vías exisentes sobre la que se asentará el nuevo vial. También se acometerán dos viaductos y seis muros.
El Bloque no está de acuerdo con esta propuesta e insiste en la reforma de la carretera Frións-Xarás para reconvertirla en circunvalación, al entender que solo precisaría acondicionarla al tráfico que pudiera recibir y, además, beneficiaría a un mayor número de núcleos de población.