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Dos niñas de 9 años procedentes del campamento de refugiados saharauis en Smara, Asma Said Budidi y Amal Hafed Mohamed Salem, y el niño de 8 años Abdelwahbab Mohamed Nafe, legado del campamento de refugiados de El Aaiún, pasan desde el pasado 17 de julio y hasta la primera semana de septiembre sus Vacaciones en Paz con familias de Ribeira, concretamente las de Elena Lema Santos, María José Gude Pérez y Manuel Fernández Piñeiro, respectivamente. De esta manera, a través de este programa de acogida temporal promovido y gestionado por Solidariedade Galega co Pobo Saharauí (Sogaps) en coordinación con las autoridades de la República Árabe Saharaui Democrática, esos chiquillos, así como otros muchos de entre 8 y 12 años que permanecen repartidos por el resto de la geografía gallega
De esta manera, pasan los meses de verano alejados de las temperaturas que superan los 50 grados de temperatura en el desierto del Sáhara, pero también accediendo a servicios de los que no disponen en sus zonas de residencia. Entre ellos figuran las revisiones médicas y el calendario de vacunas que les corresponden por sus edades, que en el caso de estos tres chiquillos realizaron en el odontólogo boirense Eduardo del Valle, que les hizo tratamientos completos a los tres niños, y Miradoiro Ópticos, que les realizó las revisiones e informes oculares de manera gratuita y que incluso les regaló las gafas de sol que eligieron. Otros de los objetivos que se persiguen con este programa pasan por contribuir a proporcionarles una alimentación saludable y variada, que participen en actividades con otro niños y que aprendan el español y el gallego.
El alcalde de Ribeira, Luis Pérez Barral, y la concejala de Educación, Formación, Igualdade, Diversidade e Atención ás Parroquias, Cruz Rivadulla,, acompañados de otros representantes del Gobierno tripartito, recibieron en el salón noble del consistorio local a estos tres chiquillos saharauis acogidos por sus respectivas familias y les hicieron entrega como regalo una mochila, libros y diverso material escolar, a cambio de lo que ellos les obsequiaron con unas chapas . “Desexamos que a súa estancia permita que participen en actividades deportivas, culturais, de tempo libre; integrándose na vida das familias de acollida e as súas comunidades.” expresó Cruz Rivadulla. Por su parte, el primer edil destacó la importancia del programa Vacaciones en Paz para que los ribeirense se acerquen a la cultura saharaui. “Agardamos que o Sáhara sexa libre e que pronto poidan disfrutar dunha vida plena no seu territorio”, concluyó Pérez Barral.