Cuarenta voluntarios llevaron a cabo este sábado en Leiro el descacado de acacia negra, que es la técnica más eficaz para erradicar esta especie invasora. Se desarrolló dentro de la segunda sesión de la Xornada por un Monte Vivo. A la par, los niños decoraron el contenedor que servirá de refugio al rebaño de cabras que se usará con una función regenerativa en el monte. Luego visitaron la plantación experimental de castaños con las explicaciones de su responsable, Beatriz Miguez Soto, y la impulsora del proyecto con la Comunidade de Montes de Leiro, la genetista Fina Fernández, y en la que se hace un seguimiento de 860 plantas de castaños para establecer los tipos que se adaptan mejor a las características del terreno para producir madera y se bautizó como la “Plantación de Fina”, en reconocimiento a la referida impulsora del mismo.

En la Praza da Veliña se desarrolló una demostración del aserradero portátil de la Comunidade de Baroña, firmándose convenios para dar servicio a los comuneros de Leiro, Isorna y Campelo, para su uso compartido. Tras la comida de confraternidad en el centro Vicente Vidal, con degustación de productos del monte, tuvieron lugar la presentación de un tríptico informativo sobre especies invasoras y biodiversidad de la Comunidade de Leiro, el Laboratorio Ecosocial do Barbanza hizo lo propio con el libro “Cando eramos sostibles” y Fina Fernández habló del futuro del castaño de madera en la Galicia Atlántica, mientras que la Comunidade de Montes de Couso (Pontevedra) hizo una exposición de la experiencia de su gestión multifuncional, el agente facultativo ambiental Xosé Carlos Castro disertó sobre la importancia de la ordenación sostenible del monte y se presentó el proyecto de la comunidad energética impulsada por la Fundación Montescola, 

Tras un animado coloquio, el presidente da Plataforma pola Defensa do Monte, Rafael Saco, cerró la jornada haciendo hincapie en la importancia de juntarse las comunidades de montes para poder afrontar los retos del presente y sentar las bases de una gestión comunal con garantías de futuro. El broche lo puso la actuación de un grupo de gaitas del Centro Cultural de Leiro. Todas estas iniciativas forman parte del proyecto Laboratorio Ecosocial do Barbanza, seleccionado en la convocatoria de Bioeconomía Forestal de la Fundación Biodiversidade.