Un vecino de Ribeira fue condenado ayer por la sección compostelana de la Audiencia Provincial a dos años de cárcel por posesión y distribución de pornografía infantil, pero evitará entrar en prisión al acordar el tribunal que la pena quede suspendida, con el compromiso de que no reincida en la actividad delictiva durante cinco años y de someterse a tratamiento psicológico, de lo que deberá informarle con periodicidad semestral. Este fue el resultado de la conformidad a la que llegaron la Fiscalía y la defensa del procesado antes de entrar en la vista, después de que el Ministerio Público hubiera presentado meses atrás un escrito de conclusiones provisionales en el que le solicitaba ocho años y medio de cárcel por los delitos de prostitución y corrupción de menores.
Para llegar al referido acuerdo, las partes coincidieron en retirar del relato de los hechos un párrafo que incidía en una mayor gravedad del contenido pornográfico incautado, de ahí que pasase a acusarle de posesión y distribución de pornografía infantil, por lo que quedó fijada en el referido par de años. El acuerdo alcanzado también establece que el vecino de Ribeira acusado de los citados delitos estará inhabilitado para oficios y actividades con menores durante cinco años.
El escrito de acusación de la Fiscalía señalaba, y así se recogió en la vista, que el procesado poseía y visualizaba “una gran cantidad de archivos” de pornografía infantil —un total de 833, de los que 794 son vídeos y 39 imágenes—, que además distribuía con otros usuarios de la red a través del programa de intercambio de archivos “eMule”. Durante la investigación, se descubrió la distribución de este contenido a través de Internet, lo cual fue constatado en un registro en el domicilio del acusado el 6 febrero de 2020. Entonces, le fueron incautados varios equipos informáticos en los que almacenaba ese tipo de archivos de pornografía.
Los hechos que se le atribuyeron por el Ministerio Público se derivan de unas diligencias previas abiertas en 2019 en el Juzgado de Instrucción Nº2 de A Coruña en las que se descubrió la IP de titularidad del procesado desde la que se distribuyeron 261 archivos con contenido pornográfico infantil y nombres que aludían de forma expresa a ese contenido. En el ordenador incautado se localizaron 128 archivos —118 de vídeo y 10 fotos— de pornografía infantil, que el programa de intercambio de archivos estuvo activo del 20 de agosto de 2019 al 4 de febrero de 2020 y que el acusado compartió, al menos, un archivo con otros usuarios. En el disco duro externo había 55 archivos de vídeo con ese tipo de contenido, el mismo que había en los 20 vídeos y 569 archivos de dos USB de 16 GB y 128 GB, respectivamente.