El CEIP Antonio Magariños de Cambados ha denunciado ante la Guardia Civil un caso de acoso contra profesoras del centro que se viene produciendo desde el año pasado. Se trata del envío de cartas anónimas al propio equipo directivo, profesores e incluso a comunidades de edificios de la localidad en las que acusan a maestras, poniendo su nombre y apellidos completos, de ser “prostitutas (...) en horario de adultos” y “especialistas en destrozar matrimonios, chantajes y cabronadas similares. Moito coidado con elas”. De hecho, advierten a las “señoras” de que “ni se les ocurra mandar al marido solo para hablar con ellas sobre la marcha de su hijo/a”, entre otras graves afirmaciones, como que “¿Es una casualidad que todas estas Z estén en este colegio? ¡No! Ya se conocían de la otra profesión, aunque simulen lo contrario”.
Las afectadas también interpusieron denuncia individualmente ante los agentes, que de las pesquisas del año pasado aún no han concluido nada, como informan desde el propio colegio, que también ha dado parte a la administración educativa. De hecho, señalan que “o sistema actual de datos da Consellería permite a calquera persoa desequilibrada poder consultar datos persoais dos seus traballadores” y las afectadas consideran que “debería corrixirse, xa que se está producindo dentro dun centro de traballo público”.
En los anónimos del año pasado, había una profesora reflejada que en este curso está en otro centro escolar y hasta allí también llegó una de estas cartas, según el colegio cambadés. Con lo cual, las afectadas son cuatro. La última misiva llegó el pasado 3 de noviembre y las anteriores, en abril de 2022, llegándole a profesores, exceptuando a las víctimas, y cuando termino al curso, momento en la que la recibieron trabajadores a los que no le habían llegado antes.
Las mismas fuentes señalan que no tienen sospechas sobre el posible autor o autores, ni se ha vivido ningún incidente o conflicto con familia alguna que pudiera desembocar en este tipo de ataque. También piden a las personas que reciban estos anónimos en su domicilio que los entreguen en el cuartel de la Guardia Civil o en el despacho de la dirección del colegio.
Quién esté detrás también pide que se difunda el mensaje con cosas como “¡Páselo!” o “Dé la máxima difusión de esta nota entre los propietarios que tienen hijos/as en el colegio Antonio Magariños. No es ninguna broma, esto es muy serio, pero que muy serio”, añaden en el encabezamiento, donde también alertan de que no sea lea el papel delante de los niños y aconseja “sentarse” para leerlo porque “pueden caer de la impresión” y “por desgracia no es sueño. Es la cruda realidad”. A continuación, es cuando da nombres y apellidos de las profesoras, poniendo delante una Z y un número. Y cierra con un “¡Como esto no se pare...!”.