La Audiencia de Pontevedra acogió ayer, y no el lunes, como se publicó por error, la repetición del juicio contra tres personas, dos ourensanos residentes en Málaga y un albanés residente en O Salnés, acusadas de pertenecer a una supuesta red de tráfico de drogas, con 11 personas involucradas. Una causa que ya había sido juzgada en 2022. Los tres acusados negaron las acusaciones que pesan contra ellos y responsabilizaron del alijo a un vecino de Sanxenxo implicado en su día y que está fallecido.
Como ya publicó este diario, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ordenó la repetición del juicio de una de las partes en las que se dividió este proceso, al considerar que “del conjunto de pruebas que se practicaron” resultaba “poco coherente la conclusión que se obtiene por la sala en cuanto a la falta de autoría de quienes finalmente resultaron absueltos”.
De modo que ayer se volvieron a sentar en el banquillo dos ourensanos que residían en Málaga, A.I.N y su hijo A.I.C., y un albanés residente en la comarca, con las iniciales B.S. La Fiscalía les acusa de un transporte y compraventa de hachís destinado al mercado ilícito.
En el juicio anterior, A.I.N. fue condenado a cuatro años y seis meses de cárcel, la misma pena que pide ahora la Fiscalía para él y los otros dos, además de una multa de 550.000 euros. Los otros dos acusados habían sido absueltos en aquella misma causa en la que también se juzgaba a otro implicado que ya falleció, G.C.V., un vecino de Sanxenxo condenado en su día por narcotráfico.
En la vista de ayer martes, los tres acusados se volvieron a declarar inocentes y en esta ocasión responsabilizaron al fallecido del alijo de 35,8 kilos de hachís repartidos en 357 tabletas que la Policía encontró en su vehículo en abril de 2018, tras un intercambio realizado en una estación de servicio de la autopista A8.
A.I.N. aseguró ante el tribunal que se citó con el fallecido para darle un teléfono móvil chino que le había comprado en Gibraltar, rechazando cualquier relación con el alijo de hachís ya que “yo no tocaba eso. Estoy retirado desde hace tiempo”, declaró.
Por su parte, su hijo negó haber introducido una maleta roja con la droga en el coche del otro acusado durante ese intercambio realizado en la gasolinera.
El último acusado, B.S., alegó que viajaba con el fallecido porque este se había ofrecido a llevarlo a Santander y que no sabía nada de la droga que la Policía localizó en el vehículo.
Durante la vista oral en la Audiencia de Pontevedra se leyó el testimonio prestado por el acusado fallecido durante la instrucción judicial, donde relataba que le habían pagado 3.000 euros para transportar el hachís e incriminaba al padre y su hijo, mientras que exoneraba a su acompañante en el coche.