El Concello de Vilanova considera que el recurso anunciado por la Mancomunidade a su salida del geodestino de O Salnés, avalado por la propia Xunta, forma parte de un “odio” del PSOE a la persona de su alcalde y también de “envidia” al “éxito” que asegura está teniendo con sus nuevos socios del Ulla bajo la marca Mar de Santiago. Gonzalo Durán no piensa recular y argumenta que se han ido “escapando de los fracasados porque en cuatro años no han hecho nada” y que tiene perfecto amparo legal a pesar de que se ha ido con concellos de otra comarca.
El regidor popular viajó en el tiempo porque el telón de fondo de la polémica son las distancias que viene marcando con la entidad desde que perdió la presidencia comarcal, en lo que sigue defendiendo como un “robo” del PSOE a su partido por el caso de Meaño, donde una votación secreta dio a los socialistas un vocal a mayores en el pleno comarcal. Sigue claramente resentido, aunque afirma que no quiere el puesto y que este no fue el principal motivo para crear un nuevo geodestino con Catoira, Valga y Cesures.
Precisamente hizo estas declaraciones un día después de que la entidad supramunicipal presentase los últimos datos de una temporada turística que ha calificado como “excepcional” tras recibir a más de 900.000 turistas entre junio y septiembre, como se ha podido certificar por primera vez en su historia gracias a las antenas de telefonía móvil. Pero, en opinión de Durán, están “viviendo de los éxitos de hace 10 años”, de los recursos xacobeos que se crearon durante su mandato (la Variante Espiritual y la Ruta del Padre Sarmiento) y que, “en vez de hablar de big data y realidad aumentada”, lo necesario son plazas de albergues porque la “gente no puede dormir en camas virtuales”, pero “estos socialistas no han sido capaces de crear albergues y el de Carril sigue cerrado. Han perdido el Ano Xacobeo”, clamó.
El vilanovés también se quejó de que la entidad apela a la unidad, pero no ha visto contactos con sus nuevos socios o incluso con el norte de la ría para hacer un geodestino más potente. Y es que, de hecho, con esta división de marcas, la Traslatio, un recurso que podría unir a Arousa y el Ulla, se “vende” ahora desde dos destinos diferentes. Sin embargo, a la pregunta de porqué no la ha hecho Vilanova, el alcalde replicó que “yo ya no soy el presidente. ¿Tengo que seguir dando yo ideas a estos inútiles. Dejé proyectos en marcha y se los cargaron”.