Una lancha de recreo ardió por completo ayer poco después del mediodía en la zona de O Campo de A Illa de Arousa, en lo que parece haber sido un infortunio derivado de la celebración de las fiestas del Sacramento.
Pocos minutos antes se había lanzado desde el entorno del cercano muelle de Pau una pequeña tirada de fuegos de artificio, momentos antes de la salida de la procesión. La principal hipótesis que se maneja es que, justamente, uno de esos fuegos de artificio pudo haber provocado el origen del incendio en una embarcación fondeada en la zona.
El fuego levantó en minutos una gran columna de humo negro y entre algunos particulares y con apoyo del camión de emergencias del Concello de A Illa se dio una primera atención al incendio. La pericia y rápida acción de los intervinientes permitió el enganche a otro bote y remolque hasta el cercano muelle de O Campo, lo que facilitó las labores de extinción. Poco después se unieron también los Bombeiros do Salnés, que terminaron de apagar los pequeños focos que quedaban activos y rociaron el interior del barco con espuma, por precaución. El operativo contó además con presencia de la Policía Local isleña.
A pesar de los esfuerzos de todos los medios actuantes, la lancha quedó completamente afectada por el fuego. Con todo, se evitó que terminase hundida, aunque al ser de casco sintético y terminar tan dañada, la mayoría ayer daba por perdida la embarcación. Eso sí, no hubo que lamentar daños personales.
El concejal de Seguridad Ciudadana, Luis Arosa, también desplazado al punto, valoraba con pesar lo ocurrido y respondía que el lanzamiento de los elementos pirotécnicos contaba con las autorizaciones necesarias. Ahora serán las compañías aseguradoras las que deban valorar lo ocurrido, la estimación de daños y comprobar si la pérdida puede ser cubierta por las pólizas.
El suceso derivó en pocas horas en un nuevo debate en redes sociales sobre la pertinencia o no de continuar co n la tirada de este tipo de fuegos de artificio en las fiestas populares. Además del riesgo de incendios como este, los críticos exponen los perjuicios que el ruido causa a personas con autismo, a los animales o, de manera general, alimentando la contaminación acústica