Nunca antes, en los 178 años que la Guardia Civil celebró hoy, se había hecho en Cambados el acto central del instituto armado en Pontevedra. El Cuerpo cambió para esta cita las acostumbradas dependencias de la comandancia de la capital de la provincia por las históricas losas de la Praza de Fefiñáns. Fueron la cara y la cruz 2021 y 2022. El año pasado, el aniversario de la fundación de la Benemérita fue mínimo. Una sencilla y modesta ceremonia acotada por las cuatro paredes de la comandancia, así limitada por la dureza de la situación sanitaria covid entonces.
Todo lo contrario se vivió hoy. Acto solemne, con más de un centenar de agentes, autoridades civiles de toda la comarca y provincia, vecinos. Todos bajo un sol de justicia, en un día de fiesta en el que salió a relucir el uniforme de gran gala, en el que hubo salvas a los caídos, condecoraciones, fanfarria y corneta, discursos y hasta un vistoso desfile en el que participaron diferentes grupos y unidades.
Comenzaba el acto a mediodía con los acordes de la Banda de Música de la Escuela Naval de Marín y con la lectura al Real Decreto con el que, en 1844, se ordenaba la fundación de la Guardia Civil, entonces nueva fuerza comisionada al mariscal de campo Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II Duque de Ahumada.
A continuación, se procedió a la imposición de condecoraciones y placas por jubilación o retiro, completando un total de quince distinciones. Tomó la palabra entonces el coronel de la comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra, Simón Venzal. Fue una intervención que comenzó reivindicando que la misión encomendada hace casi dos siglos a este Cuerpo tiene hoy “plena vigencia” a través del “mandato constitucional de la salvaguarda de derechos y libertades” ciudadanas. Con esta “renovación del compromiso de servicio”, explicó que “hemos querido hacer partícipe de nuestro aniversario a esta comarca de O Salnés”, de la que destacó a sectores tan importantes como el vitivinícola, a la vez “tradición” y “calidad” como lo es, comparó, la Guardia Civil. Una comarca que añade a quienes velan por la seguridad de todos el reto de la “dispersión geográfica” pero en la que siguen trabajando con “rigor en las investigaciones” y también para la reducción de la “siniestralidad vial”. Tras señalar valores intrínsecos del Cuerpo como el “amor a España”, “el honor, el valor, la lealtad, el compañerismo, el espíritu de servicio”, terminó felicitando a los condecorados, destacando la disposición a continuar con las “excelentes relaciones” con todas las instituciones con las que trabajan, recordando a los caídos en acto de servicio y agradeciendo la “colaboración ciudadana” con la que se encuentran a diario.
La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, agradeció al alcalde, Samuel Lago, que permitiese la celebración del acto en un enclave como Fefiñáns. “Es un día alegre”, dijo, poder celebrar esta ceremonia en “un lugar tan significativo y hermoso”. Tuvo palabras de reconocimiento al papel de la Guardia Civil durante la larga pandemia covid, recordó la importante apuesta inversora —seis millones de euros— para el futuro cuartel de Cambados, que será el “puesto principal en toda la comarca” y no se olvidó de otros frentes claves de acción del instituto armado: La lucha contra el narcotráfico, contra la violencia de género y con los ciberdelitos, que “han llegado para quedarse” y precisan de una constante actualización técnica. El “viva España, viva el rey, viva la Guardia Civil” con el que Larriba cerró su intervención fue respondido a pleno pulmón en la plaza, coronado con un aplauso del público. El momento más cargado de emoción tuvo lugar seguidamente.
El homenaje a los caídos en acto de servicio llevó una corona de laurel ante una gran cruz de luto, al compás de “La muerte no es el final”, en una lenta marcha de extremo a extremo de la plaza y con posterior homenaje también de la subdelegada y del alcalde.
Una sola voz se formó aunando las del centenar largo de agentes que cantaron a pleno pulmón el himno de la Guardia Civil.
La última parada fue el desfile. Las diferentes unidades avanzaron bajo el arco de Fefiñáns para prepararlo.
Entraron pocos minutos después por la Rúa Real de nuevo a la plaza, marchando con la Banda Militar vehículos y efectivos de Tráfico, GRS, Grupo Rural, Seprona, Tedax, Servicio Cinológico, Servicio Marítimo y demás especializaciones, ante la atenta mirada de los mandos y representantes de diferentes compañías y con el aplauso general de los ciudadanos congregados.