La orden propietaria del asilo de Cambados comunicó al Concello y a las familias de los usuarios la temida fecha de cierre definitivo. Será antes de Navidad y realizará reuniones personalizadas para reubicar a sus 53 residentes en sus centros de Galicia –el más cercano está en Caldas y solo tiene cuatro plazas–. Y en cuanto a sus casi treinta empleadas, se realizará un proceso de despido. También les trasladó que aún no ha vendido el también Pazo de Montesacro, que puso a la venta hace un año por casi cuatro millones de euros, pero al gobierno local le han llegado “informacións de terceiros indicando que a operación está pechada”, expuso el alcalde, Samuel Lago, aunque en el portal web de la inmobiliaria sigue disponible.
Religiosas de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y dos abogados de la congregación le daban hoy por la mañana la noticia al Ayuntamiento, que va a “elevar a presión” sobre la Consellería de Política Social para insistir en su plan B, es decir, la construcción de una residencia después de intentar sin éxito que comprara este centro privado para su conversión en público y dotar así a O Salnés de un servicio del que carece, además de por el valor patrimonial de este inmueble del siglo XVIII. También a las familias, que están “resignadas”, según Fernando Patricio Rey, al que pidieron hablar en su nombre a pesar de que la plataforma de afectados que presidió se ha extinguido.
En este encuentro le confirmaron las anunciadas visitas de empresas del sector en un intento de mantener la actividad –compradores a los que darían prioridad–, pero también que, a mayores del precio de venta, hace falta una inversión de unos tres millones de euros para adaptar las instalaciones a la normativa, sobre todo en cuanto a accesibilidad, y se trata de una cantidade “moi alta, así que non houbo acordo”.
La orden indica que aún no vendió, pero “a operación está pechada, segundo informacións de terceiros”
Los motivos son los mismos esgrimidos en su momento: el servicio lleva años siendo deficitario entre otras cosas por la falta de vocaciones que les obliga a contratar más personal y la subida del coste de la vida y “o entendemos”, añadió el portavoz. Sin embargo, creen que Xunta, Concello y Diputación “pudieron botar unha man no ano que tiveron, sobre todo a Xunta, que non fixo nada. Non hai unha soa praza pública no Salnés e aínda teñen a oportunidade porque, de momento, non teñen comprador e vai quedar pechado”, añadió el cambadés, quien también criticó las “xestións discretas” anunciadas por el PP de Cambados: “Se isto é mediar...”.
Casi desde el principio, el gobierno autonómico rechazó comprar el pazo, pero aseguraba estar en contacto con por los menos dos empresas para no perder la actividad asistencial. Sin embargo, Samuel Lago considera que en realidad “non teñen o máis mínimo interese en salvagardalo” y se basa en que lleva un año negándose a recibirlo, pues le extraña que “non teña un oco para recibir a un alcalde”.
El socialista defendió la gestión municipal detallando sus intentos infructuosos de mantener una reunión con la conselleira Fabiola García a u otro alto cargo: “O intentamos de todos os xeitos e a nosa indignación coa conselleira é enorme, quedamos totalmente desamparados”, añadió.
Recordó el envío de una decena de correos electrónicos, llamadas, cartas, tres iniciativas parlamentarias –también del BNG–, el envío de un acuerdo plenario por unanimidad de la Corporación e incluso la vez que se plantó en Santiago con la concelleira de Servizos Sociais, Regina Núñez, además de haber intentando otras vías como contactar con empresas, plantear un alquiler... Pero “a única resposta foi a da voceira local do PP, que estaban facendo xestións discretas”, lamentó.
El regidor considera que también es una cuestión de colores políticos, pero “se pensan que así castigan ao goberno de Cambados, o fan mal, están castigando ao pobo, aos residentes e as traballadoras, que se quedan na rúa”.
Del mismo modo se quejó de que no escucharan su alternativa de construir una nueva residencia al no haber ninguna pública en la comarca, incluso ofreció la posibilidad de que el Concello aportara los terrenos.
Según le han trasladado siempre, incluso “onte”, aseguró, se ha tratado de una cuestión de agenda de la conselleira, así que “imos averiguala e nos presentaremos en todos os seus actos. Estamos indignados e imos protestar da forma máis enérxica posible para se faga unha residencia pública porque é unha necesidade indiscutible”, advirtió Lago.
El regidor clamó que se trata de una “obriga legal” al tratarse de una competencia autonómica y considera que estas autoridades “non teñen decencia”. Del mismo modo cargó contra la Diputación, quien le propuso destinar los fondos provinciales que recibe cada año.
El regidor compareció junto a Núñez y el concejal José Ramón Costa, pero sin sus socios del cuatripartito. Sin embargo, el teniente de alcalde de Somos, Tino Cordal, remitió después un escrito mostrando igual indignación e insistiendo en una idea también lanzada por él sobre este “día triste”, con la marcha de la orden que también atiende a personas de escasos recursos y que llegó a Cambados hace 85 años.
La Xunta se limita a señalar que estará “vixiante” de que cumpla su “compromiso” de darles otro centro
Cordal acusó al Ejecutivo del PP de “dedicarse a favorecer a sectores empresariais privatizando e externalizando servizos relativos ás persoas maiores”, pero es que además “leva máis dunha década sen abrir unha soa residencia pública nun dos territorios máis envellecidos de Europa”. De hecho, demanda hay y una sociedad llegó a proponer al Ayuntamiento la construcción de una residencia de 50 plazas en un terreno municipal, pero solo cinco serían públicas, así que no prosperó.
En su opinión, ha actuado con “desprezo” hacia los mayores y sus familias, a las que la orden llamará para mantener una reunión personalizada y estudiar la reubicación de sus parientes en sus centros de Galicia. El más cercano es Caldas, pero según Lago solo tienen espacio para tres o cuatro y ahora mismo quedan 53 residentes. Tiene plaza para 70, pero ya no estaban aceptando nuevos ni cubriendo las plazas por fallecimiento. Sus otras casas gallegas están en Tui, Vigo, Betanzos, A Coruña, Narón, Santiago, Monforte, Lugo, Verín y Ourense.
Según lo trasladado ayer, comunicaron el cierre a la Consellería de Política Social de manera verbal y desde el gobierno autonómico aseguraron que “estará vixiante de que se cumpra o compromiso” de buscar un lugar a los ancianos. No entró más en el fondo de la decisión de la congregación porque “é un asunto privado”.