El BNG de Cambados se da unos días para meditar y comunicar una decisión sobre su posición en el gobierno a cuatro. Su portavoz, Liso González, preguntado hoy sobre la ausencia de su grupo del último Pleno, reconoció que aquella maniobra fue una forma de dar un “golpe na mesa” tras el malestar detonado a raíz de la pasada y comentada moción sobre el asilo. Aquella había sido la gota que colmó el vaso, aunque el nacionalista también indica que se venían arrastrando “outras circunstancias”, como “falta de coordinación”.
Desde el Bloque reclamaban más reuniones de coordinación. “En vista de que non chegaba, decidimos dar un golpe na mesa”. A partir de ahí sí se convocó la comisión de seguimiento del pacto y hubo dos reuniones a dos y a tres, eso sí, sin Pode.
De lo sacado en limpio de esos contactos, el BNG cambadés dio cuenta a su Consello Local y también al comarcal, para comentar “a situación na que estamos”. “Coido que en vindeiras datas comunicaremos a decisión que estamos meditando”.
A la pregunta de si valoran una salida del gobierno, González guarda silencio, remitiéndose a esa futura comunicación. En cuanto al estado de las relaciones con los socios, “concordamos que as relacións persoais son moito máis fluidas que no anterior cuatripartito”, “pero iso non quita que as cousas non se fan como se tiñan que facer”.