La mala gestión por parte del empresario que obtuvo esta año la concesión de la cafetería de la Festa do Marisco lleva al gobierno municipal a plantearse si, la próxima edición del festejo, existirá este espacio y, de haberlo, las condiciones o requisitos que se deberán cumplir para poder explotarlo.
Esta reflexión hecha por el propio alcalde de O Grove, José Cacabelos, nace a raíz del apartado de ruegos y preguntas del pasado pleno, en el que todos los partidos políticos mostraron su malestar por la administración de la cafetería.
Así, los primeros en señalar esta cuestión fueron los portavoces de Esquerda Unida, quienes preguntaron si existió una orden para precintar el espacio antes de su apertura. A esta cuestión, Cacabelos, admitió que sí y explicó la razón: el propio día de la inauguración desde tesorería se dieron cuenta que la documentación presentada por la empresa conforme se había realizado el pago “era falsa”. En ese momento desde el Concello se preparó el decreto para ejecutar el precinto, acción que finalmente no tuvo que llevarse a cabo porque ese mismo día, a las cuatro de la tarde, se hizo la transferencia de importe y se constató de que estaba correcto.
Por otro lado en el pleno, tras la intervención del Partido Popular también se valoró la actividad que se realizó en la cafetería, criticando una actuación musical que programó el empresario y el volumen de incidentes que se produjeron en esa zona.
El gobierno local compartió todas las críticas señalando que “a xestión da cafetería desde ano foi a peor da historia”. Así, valorarán las opciones para el próximo año, teniendo claro que se recortará el horario de lunes a viernes, impidiendo que tenga música cuando haya actuaciones o ensayos en la carpa de conciertos y, además, no pueda superar los decibelios de volumen.