Cambados es archiconocido por la belleza y el valor patrimonial de su conjunto histórico y artístico, pero hace un par de años el Concello se propuso recuperar otras joyas de su patrimonio, en este caso del natural. Así inició un proyecto de creación de una red de miradores aprovechando y recuperando enclaves naturales con buenas vistas que incluso ya funcionaban como tal, pero que estaban devaluados. El más reciente ha sido el de Couto de Arriba, en Castrelo, donde se han instalado mesas de merendero, paneles informativos sobre los valores ambientales y paisajísticos de la zona y unos juegos interactivos.
El proyecto de recuperación se ejecutó con cargo a fondos gestionados por el Grupo de Desenvolvemento Rural (GDR), con el que ha cubierto 11.000 de los 18.000 euros que costaron los trabajos de preparación del terreno y de instalación del diverso equipamiento. Una ubicación con privilegiadas vistas a la ría y a un parte del rural de Cambados.
A este próximamente se le unirá otro en la misma parroquia, pero en A Barca, y que el Concello ejecuta a través de la Mancomunidade do Salnés. Con un presupuesto de 28.000 euros, entre otras cosas, se instalará un columpio para disfrutar de sus vistas a la desembocadura del río Umia, pero además, se recupera esta parte perteneciente a un tramo de la Ruta del Padre Sarmiento.
El alcalde, Samuel Lago, explica que en este caso se limita el equipamiento debido a las restricciones que pesan sobre este paraje, protegido por varias figuras nacionales e internacionales entre otras cosas por ser un estuario de aves. De hecho, la observación es una de las cuestiones que se potencia y el espacio está más enfocado a temas medioambientales.
Con este valor también cuentan otros de estos miradores potenciados en Cambados, pues también se persigue un objetivo de concienciación medioambiental con la instalación de paneles informativos y explicativos sobre la flora y fauna de la zona y los valores paisajísticos, esos juegos interactivos, etc.
De momento, la red suma cuatro y el regidor destaca que no se puede olvidar el de A Pastora.
La iniciativa comenzó hace dos años en el entorno del Muíño da Seca en el acceso desde el centro social de Corvillón, luego se continuó por el de Refoxos, en la misma parroquia. Era un espacio “totalmente abandonado, practicamente unha escombreira e foi preciso preparar o terreo, instalamos mesas e bancos, uns aparcabicis e plantamos unha carballeira, que foi o máis caro, porque eran exemplares de certo porte”. Así, “cunha mínima inversión”, que ascendió a unos 6.000 euros, en este caso aportados por las arcas municipales de manera directa, se recuperó un espacio olvidado y degradado que “hoxe en día é empregado por moita xente que por exemplo vai aos paseos do Refuxio de Animais”, indica el alcalde.