El Concello no sustituirá las palmeras taladas en la Praza de Alfredo Brañas ni por ejemplares de esta especie ni de otro árbol, como sí va a realizar en la plaza del Concello, donde se está pensando en algo con flor, similar al magnolio. Así las cosas, la explanada donde hay una importante concentración de terrazas de hostelería quedará libre y las jardineras se van a cubrir.  

La Concellería de Obras e Servizos ya siguió este mismo modelo en la oficina de turismo, en la Casa da Calzada, después de proceder a la tala de las emblemáticas palmeras de titularidad municipal que salpicaban el centro urbano. 

Todas acabaron afectadas por el picudo y existía un serio riesgo de caída de ramas sobre peatones y bienes, así que se cercenó la cabeza de casi todas y una de las primeras decisiones del concejal José Ramón Abal Varela fue retirar los troncos desnudos. Uno de los episodios más graves tuvo lugar precisamente en Alfredo Brañas, cuando un pesado ramaje cayó sobre una sombrilla y golpeó a un cliente. 

El Concello estuvo años realizando tratamientos contra el picudo e incluso en las del paseo marítimo, propiedad de Portos, hasta que decidió seguir solo con las suyas por no recibir una contraprestación. Esto indicó en su momento el gobierno, pero se ve que no fue suficiente contra la voraz plaga de este escarabajo. 

El ente público tampoco se hizo cargo del tratamiento y las del paseo marítimo fueron de las primeras en desaparecer, aunque se alcanzó un convenio de confinanciación con el Concello para plantar otras palmeras de una especie más resistente al insecto.