El Concello de Cambados buscará el apoyo de la Diputación y la Xunta para tratar que el Pazo de Montesacro no se venda a un particular, para que quede en manos públicas y pueda seguir funcionando como asilo de ancianos, a poder ser, “como residencia pública a un prezo máis asequible que nun centro privado”, indicó el alcalde, Samuel Lago.
El regidor pidió hace tiempo una reunión con el presidente provincial, Luis López, para abordar este y otro asuntos, pero también llamará a la puerta del gobierno gallego después de saberse que la orden de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados lo ha puesto a la venta por unos tres millones de euros. Una “moi mala noticia” que les genera “moita preocupación”, pues se trata además de un bien perteneciente al patrimonio arquitectónico de Cambados.
El Pazo de Montesacro es un inmueble de estilo barroco cuyo origen se remonta al siglo XVIII y que fue vendido en 1937 a la orden religiosa por 400 pesetas, según explican conocedores de la historia local. Las mismas fuentes indican que la viuda del dueño lo puso a la venta al morir este sin descendencia y que, para pagar la operación, las monjas vendieron previamente el Pazo de Torrado, que había sido donado por sus dueños para una residencia de ancianos, pero que carecía del espacio suficiente.
Precisamente ese pazo fue adquirido posteriormente por el Concello cambadés –hace dos décadas– y para convertirlo en la sala expositiva y jardín público que es hoy en día. En su momento, la Xunta aportó financiación a través de diferentes consellerías para juntar los dos millones de euros que costó y el actual gobierno local pretende algo parecido. Desde luego, “non quedará impasible e fará as xestións oportunas con outras administracións que permitan que o asilo de Cambados siga destinado a un uso social para o coidado de persoas maiores” y con la intención de que quede “en mans públicas”, pero el Concello “por si solo non ten capacidade financeira” para la adquisición, añade Lago en un comunicado.
Hacía tiempo que existía el rumor de que las Hermanitas querían vender el inmueble, pero nunca lo confirmaron hasta que, en estos días, apareció en un portal inmobiliario de venta de propiedades de cierto lujo. Funciona como asilo desde 1939, cuando se le hizo una importante reforma que hoy sería casi prohibitiva para un inmueble de estas características, pues cuenta con divisiones en 30 habitaciones y 23 baños, además de salones y otro tipo de estancias e incluye la capilla de la Valvanera. Todo ello en 2.375 metros construidos como parte de una finca que mide 12.547 metros cuadrados, pues cuenta además con un monumental jardín en pleno corazón del barrio marinero de San Tomé.
Actualmente tiene todas sus plazas completas e incluso tendría lista de espera. Sin embargo, hace tiempo que la orden tiene problemas para contar con religiosas que se encarguen y, de hecho, cuenta con personal externo contratado. En el propio anuncio de venta se indica que funciona como centro de atención a mayores, pero las familias no tienen constancia de estas intenciones y no se sabe qué sucederá con los clientes.
Los vecinos de Cambados han recibido con sorpresa la decisión y hay un sentimiento compartido de que pase al patrimonio público; algo parecido se hizo en 1962 cuando un grupo de cambadeses envió una carta a la Diputación de Pontevedra para que intercediese e impidiese que el Pazo de Bazán, donde hoy está el Parador, cayese en manos privadas, pues se había puesto a la venta en subasta.