El Pleno abordó ayer la moción del PP para que el Concello compre el Pazo de Montesacro y sea patrimonio municipal –porque “é unha demanda do pobo de Cambados”, manifestó su portavoz, Sabela Fole– y luego entregue la gestión como residencia a la Xunta. En lo segundo está de acuerdo hasta el cuatripartito, pero insistió en que es “inviable” endeudarse en los más de cuatro millones de euros que supondría el coste y gestiones adheridas hasta el punto de que “habería que subir impostos e deixar de prestar algún servizo, a pregunta sería: cal?”, aseguró el alcalde, Samuel Lago. La propuesta no salió adelante, pero fue necesario usar su voto de calidad porque su socio de Pode, José Ramón Abal Varela, se abstuvo y se produjo un empate.
Lo curioso es que no discrepa mucho la izquierda cambadesa del sentir del presidente Alfonso Rueda, que hace unos días se mostró reacio a la propuesta municipal de que sea la Xunta quien compre una residencia privada a punto de cerrar basándose en que es una competencia autonómica. “Por moito que doa, é un negocio”, indicó Liso González (BNG). “Apetitoso xogo especulativo”, dijo Tino Cordal (Somos), reprochando que el Arzobispado de Valencia no intentara entrar en la red pública de centros concertados si estaba atravesando dificultades económicas o negociara antes de ponerlo a la venta. No obstante, lo que defienden es la necesidad del servicio: “Cambados non precisa un pazo para o seu patrimonio, precisa unha residencia. Se se vende Fefiñáns, tamén temos que compralo?”, le preguntó Lago al PP.
El propio Abal considera inviable la compra en solitario y el cuatripartito en bloque se mostró dispuesto a “colaborar” económicamente, pero también desveló que tiene un plan B: “Queremos que o asilo siga funcionando e se non, se non se pode mercar, que a Xunta faga unha nova residencia. Estamos dispostos a colaborar na busca de terreos e probablemente lle saia máis barato e con máis prazas”, apuntó el regidor socialista. Todos destacaron que hay carencia de plazas de este tipo de servicio en la comarca. De hecho, no hay ninguna pública.
No obstante, de momento, seguirá con el plan inicial: que Xunta y Diputación aporten dinero o se busque un alquiler o cesión, porque la orden lo estudiaría, pues también coincidieron todos en destacar la labor que hacen las Hermanitas, atendiendo a personas con pensiones “ínfimas”, según Fole.
La popular quiso dejar claro su acuerdo con que otras administraciones aporten, pero su propósito es que sea un bien municipal. De hecho, es la discrepancia principal entre gobierno y oposición, más allá de que los populares criticaran la gestión del alcalde en este asunto. Hasta Abal Varela pidió un “acuerdo de mínimos” entre los partidos y hubo un intento de su gobierno, pidiendo al PP incluir en su moción que sea la Xunta quien compre, pero tampoco fue muy claro ni dijo la palabra enmienda. Es más, Fole se mostró un tanto confusa cuando el cuatripartito intentó introducir una moción de urgencia sobre este tema porque ella no aceptó modificar la suya, pero sobre todo entró en un enfado mayúsculo. Existe un acuerdo entre los grupos de enviarlas antes de las sesiones para dar tiempo a estudiarlas y no fue así. No le valió el argumento del alcalde y de Cordal de que estaba justificado por la urgencia. “Me parece una falta de respeto”, repitió en varias ocasiones, pues, tiempo atrás, ella retiró una por el mismo motivo. Así las cosas, el cuatripartito acabó retirándola.