Castrelo ha recuperado el cruceiro del Con do Ramo tras más de dos años de ausencia, después de que un temporal lo derribara en octubre de 2019. Justo a tiempo para las fiestas patronales que celebra este fin de semana. El Concello ha sufragado con 7.000 euros la delicada restauración pues se rompió en varios pedazos y la demora se produjo a causa de discrepancias sobre cómo actuar con la cruz pues, tanto esta como el capitel, no son las originales de este bien catalogado, datado en el siglo XVIII. De hecho, mantuvo su aspecto original hasta los años 30 del siglo pasado, aproximadamente, cuando se le habrían realizado esas modificaciones de prefabricado de hormigón y que carecen de valor patrimonial.
El concejal de Patrimonio, Xurxo Charlín, que ayer se acercó a Santa Cruz para ver el resultado con el alcalde, Samuel Lago, explicó que Patrimonio solicitó encontrar algún tipo de testimonio sobre cómo eran originalmente ambos elementos, sin embargo, no fue posible. Así que se han tenido que reconstruirlos siguiendo la imagen moderna y de ahí que la cruz presente esas formas redondeadas, pero el resto es original. En cuanto al mesado, que fue destruido después, a causa de un accidente de tráfico, también volverá dentro de unos días. De todos estos trabajos se ha encargado el restaurador de Esteo, José Aguiño.
Originalmente, el cruceiro también tenía un peto de ánimas con su retablillo, que fue robado en 1970 y nunca más se supo de él. Según la memoria del proyecto, Con do Ramo se construyó a iniciativa particular por la devoción para su uso en los rituales que se hacían en la parroquia, así como de todos los vecinos que solían usar este y otros para rituales religiosos y de tipo mágico “especialmente para procurar que os meniños puidesen camiñar ben ou falar correctamente ou para librar á xente de doenzas que se identificaban co mal de ollo ou co ramo cativo, por exemplo”. Pero también podría tener otros de los usos habituales de estos elementos, más allá de servir como linde para el iglesario de Santa Cruz o como indicador del cruce de caminos. En concreto, el mesado se emplearía como lugar para posar los ataúdes de los difuntos en el recorrido hacia el templo.
En el proyecto se indica que cuestiones como estas de los cruceiros cambadeses se saben gracias al trabajo de estudio y catalogación realizado por la profesora e investigadora Adela Leiro en el Colexio de Castrelo en 1981, “Cambados: xentes, feitos e costumes”, y que “foi pioneiro” en este ámbito, tras el estudio realizado por Castelao. En la obra se recogen esos usos y otros, como el entierro de niños nacidos muertos o prematuros, como les trasladaron los vecinos sobre el de “Chileta”, en Corvillón; o ritos con luces y cacharros para realizar “meigallos”, en el de Covas de Lobos (Vilariño). Asimismo son y han sido punto de referencia para las procesiones religiosas y otras cuestiones de la vida cotidiana. De ahí, su aparición en canciones populares, poesías, relatos, etc.
En el caso del de Con do Ramo, mantiene esa función, especialmente en las celebraciones patronales en honor a Santa Cruz y San Antón.