La caída de la producción y de las ventas en lonja está lastrando las cuentas de las cofradías y la de Cambados no está exenta. De hecho, anuncia medidas para garantizar su sostenibilidad financiera empezando por la agrupación más numerosa, la de marisqueo a pie, con la creación de una cuota de 20 euros al mes para cubrir la compra de semilla de japónica. Hasta ahora estas operaciones se sufragaban con los fondos generales, pero el patrón mayor, Alejandro Pérez, señala que, aunque “non me gusta tomar estas decisións, é preciso para asegurar a viabilidade da confraría”, que atraviesa una situación “delicada” y porque “o 4% que aportan das vendas en lonxa para gastos, non chegan para cubrilos”, aseguró.
Pérez, que lleva año y medio en el cargo, avanza que además, en el caso particular del pósito cambadés, se le avecinan sentencias judiciales contrarias que “van incrementar os custes salariais para o ano próximo en 40.000 ou 50.000 euros”. También que en el caso del marisqueo “o asesor fiscal indicou no seu informe que o ano pasado houbo un déficit de 100.000 de euros entre ingresos e gastos, ademais de que tal e como presentan os seus gastos, por porcentaxe, quedou reflectido que non se corresponden coa realidade”.
Señala que hay otras cofradías con esta cuota a mayores, la cual garantizarían un “peto” para “asegurar” el pago de ocho millones de unidades de japónica. Sería “polo menos durante un ano e logo se volvería a votar, ademais ata o de agora nunca se comprara tanta cantidade”, defendió.
La medida salió adelante, pero no ha gustado nada a una parte del colectivo; una agrupación donde también se ve la división existente en la sociedad desde las últimas elecciones. Y no ha gustado, explican, porque consideran que la situación es producto de la “mala xestión” de su equipo en el caso de las demandas laborales, el conflicto de la trabajadora del punto de cribado, etc. “E sempre vai no lombo das mariscadoras, que tampouco estamos ganando e nós mantemos a lonxa, porque os de a flote só traballaron tres meses o ano pasado e agora van ao libre marisqueo”, añadieron recordando que, en su caso, “non temos a posibilidade de ir a outra a vender”.
En esa reciente reunión también se planteó subir porcentajes para todos, pero Pérez señala que lo descartaron porque “non sería normal que o cerco lles pague á ameixa e así, o que podemos conseguir, é que acaben marchando a vender a outras lonxas”. Con todo, avanza que “vai haber outros sectores afectados” por las medidas.
Fuentes de esta parte crítica le acusan de tomar decisiones “contraproducentes” y “coa connivencia da actual directiva e da presidenta”; un gobierno que ha cambiado en los últimos meses por una cascada de dimisiones que, según ellas, evidencia una situación que dibujan negativa para su colectivo, mientras que “se fan transportes a empresas que compran volandeira sen cobrarlle os portes e iso non aparece no estado de contas”, añadieron. Algo que reconoce el patrón mayor, pero en todo caso “pasou un par de veces das centos que elas empregan o camión”. No obstante, lo que les ha hecho estallar es la “prohibición” de ir a coger semilla a A Toxa.
Pérez ciñe la decisión a que en la última ocasión hubo trabajadoras que “pasaron medo ao atravesar a desembocadura do río Umia e a unha case a leva a corrente”, así que “un grupo negouse e presentou un escrito”. Pero además, consultado el asesor jurídico, “trasladounos que se había un accidente podía haber responsabilidade civil para a directiva e para a confraría porque non é algo que fan como parte do seu traballo como autónomas, é algo organizado pola institución. É un risco, teñen que entendelo. Estou disposto a estudar alternativas, pero creo que a mellor é volver ás resembras conxuntas cos rañeiros, que funcionaban ben, pero o romperon. Hai que ser un pouco coherentes”, añadió. Y es que los de a flote recogían la semilla en este punto y luego los de a pie la escogían y se la repartían, pero el año pasado hubo un conflicto y se acabó esta colaboración.
Pero aunque este grupo no niega que es un banco “cambiante”, defiende que podían haber ido. De hecho, señalan que las mariscadoras de Castrelo (pertenecientes a O Grove) “estiveron traballando o pasado sábado na Toxa, sacando moítisima ameixa. Esas son as resembras perigosas segundo el”. También destacan que es una cuestión de necesidad porque “hai moita fina e babosa que é a que nos falta no Sarrido. Ademais houbo quen traballou uns días e non pasou nada, pero a recoller semente non?”.