La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha emitido un auto en el que resuelve que el caso de la joven de 20 años, vecina de Sanxenxo, presuntamente acosada por su expareja será tratado en el Juzgado de instrucción número 3 de Cambados con competencia en violencia sobre la mujer.

La decisión del tribunal provincial viene motivada en vista de las declaraciones de la víctima que califica la relación mantenida con el investigado de noviazgo” y “sin entrar ahora en otro tipo de consideraciones, porque se carece de datos indiciarios que permitan efectuar una valoración diferente”, apuntando que toma esta determinación “sin perjuicio de lo que pueda resultar a lo largo de la investigación”.

Tras esta resolución, ahora corresponde a la abogada de la víctima, Sabela Fole, solicitar las medidas cautelares que estimen oportunas ante este juzgado, como es la reactivación de la orden de protección de la joven que había sido retirada por decisión del juzgado de instrucción número 2 de Cambados, al no ser especializado en esta materia. La orden de alejamiento es algo que demanda de manera desesperada la joven y su padre, ante las continuas amenazas que, aseguran, seguía recibiendo la víctima, como la de la pasada semana con mensajes en las redes sociales.

El caso llegó a la Audiencia tras las denuncias que la víctima interpuso el pasado mes de febrero en contra del investigado en los juzgados número 2 y 3 de Cambados, lo que deribó en un conflicto de competencias cuando el joven formuló un recurso contra la decisión del juzgado nº 2, en el que se inhibía a favor del nº 3, lo que hizo “solaparse” las decisiones, señala el auto.

Vulneración de la intimidad

Por otro lado, la Audiencia Provincial condena a una pena de dos años de cárcel a un hombre por acceder al email de su exmujer y obtener mensajes privados que mantenía con otro hombre y con los que creó un dossier “íntimo” que envió a sus allegados. La sentencia recoge que el acusado utilizó el ordenador de la recepción de un hotel de Sanxenxo para acceder a la cuenta de correo electrónico de su exmujer “movido por la intención de invadir la intimidad de la víctima”, a quién debe indemnizar con 3.000 euros.