La solución al problema de cimentación que mantiene parada la obra del cuartel desde hace un año va a suponer un nuevo incremento del coste y ahora mismo el Gobierno central está “debatindo” con la adjudicataria si es posible seguir adelante sin tener que resolver el contrato, lo cual podría pasar si ese aumento es elevado. De suceder, el proyecto tendría que salir nuevamente a licitación y, en consecuencia, acumularía más retraso.
Así lo explicó ayer el alcalde, Samuel Lago, en base a las novedades ofrecidas por el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, con el que mantuvo una reunión. El regidor indicó que, en todo caso, “siga esta empresa ou outra”, el Ejecutivo central mantiene “o seu compromiso claro e inequívoco” de construir el nuevo acuartelamiento y, de hecho, recordó que la reorganización del Instituto Armado, instalando la Capitanía de O Salnés en la capital del albariño, se hizo pensando en estas nuevas instalaciones.
Y es que Lago le trasladó la “preocupación” del gobierno local por las demoras que está sufriendo la obra, aunque “non dudamos de que se vai facer”, añadió, y la siguen considerando como la solución definitiva a las viejas instalaciones, que ya fueron derruidas y estaban en mal estado.
Así las cosas, nada se ha avanzado desde que a principios de mes, el Ministerio del Interior atribuyó los retrasos a la “complejidad” de encontrar la mejor solución técnica a un problema de cimentación como el que presenta el nuevo cuartel y que requiere de estudios y cálculos en cantidad. Se trata del segundo problema que padece la obra desde que se empezaron los trabajos, en julio de 2022, con la preparación de la parcela. En agosto del año pasado se retomaban, empezando la verdadera construcción, pero pararon poco después. Y en este tiempo ya se produjo un incremento del precio, en tres millones de euros más de los seis iniciales.
Durante el encuentro con Blanco también se abordaron asuntos pendientes como la desafectación de los terrenos de O Pombal para que sean de titularidad municipal, trasladándole que solo está pendiente del visto bueno del Ministerio de Transición Ecológica. El alcalde destacó su importancia porque les permitirá “facer as obras tan necesarias que precisan as instalacións, especialmente a renovación da cuberta do pavillón”. Cabe recordar que tienen concedida una ayuda de 87.000 euros de la Diputación.
Asimismo, tanto él como el concejal de Medio Ambiente, José Ramón Costa, le instaron a ejecutar el olvidado proyecto de reforma de la Casa do Mar cuyo estado sigue generando “queixas” de trabajadores y usuarios del club de jubilados.
Según el primer edil, salieron “satisfeitos” porque el delegado “está moi involucrado en dar solución aos problemas de Cambados e comprometeuse a facelo coa maior brevidade posible”.