La datación por radiocarbono confirma que San Sadurniño estuvo habitada desde la época castrexa

El análisis de los restos del lar hallado bajo los cimientos de la capilla sitúan su origen en el siglo IV o V antes de Cristo
La datación por radiocarbono confirma que San Sadurniño estuvo habitada desde la época castrexa
Anomalías del terreno halladas por el Incipit donde “C” sería la capilla | CEDIDA

Las pruebas científicas han confirmado las sospechas del equipo arqueológico que abrió San Sadurniño en 2021: la especie de horno hallado bajo unos cimientos es de origen castrexo. Las muestras de hollín y carbón tomadas en aquel momento fueron recientemente sometidas a la prueba de radiocarbono y resulta que datan de entre los siglos IV y V a.C. Esto corrobora la teoría de que la pequeña isla estuvo habitada desde tiempos inmemoriales, siendo uno de los orígenes del Cambados moderno. 


Este cometido ha sido realizado por el Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit), que el año pasado realizó la última intervención de este yacimiento mediante el uso de herramientas tecnológicas no invasivas y bajo la dirección del científico Carlos Otero. Sus conclusiones se presentaron esta semana en una charla e incluyen otros aspectos importantes. A ella asistió numeroso público y estuvo presentada por responsables de este centro del CSIC, el concejal Liso González y el técnico municipal de Patrimonio, Javi Montero. 


Como había avanzado este diario, se ha conseguido una especie de radiografía del subsuelo donde se puede ver la planta de una gran construcción rectangular en el centro del islote y con una orientación diferente al resto de las detectadas. Esto sería la capilla, cuyo origen resulta incierto aunque existe la teoría de un origen románico (siglo XII). La primera noticia escrita de su existencia data de 1454, en el testamento de Paio Gomes de Soutomaior, pero los restos desenterrados ya pertenecerían a la reconstrucción completa realizada en 1502. De este modo, se refrenda la hipótesis del equipo del arqueólogo Ezequiel Mallo, que encontró grandes perpiaños bien labrados y otros detalles, como policromías rojas.

 

Los científicos del CSIC, que ejecutaron los trabajos bajo un convenio con la Diputación de Pontevedra, emplearon, entre otras cosas, un gradiómetro, que detecta cambios en el campo electromagnético de la Tierra alterado por la presencia de restos, y un georradar, que va mapeando la profundidad del suelo y, por ejemplo, si hay un muro, rebota antes. Con ello, también detectaron cuatro construcciones de calidad inferior de las que resulta “difícil aportar detalles”, señalan en su informe, aunque, posiblemente, algunas estuvieran divididas en dos estancias.

 

Emblemática torre

Sí han encontrado “suficientes indicios” para afirmar que el poblamiento de la isla era más denso de lo que se pude suponer hoy en día, pues también se ven estructuras murarias en la línea de costa y hay que tener en cuenta que el mar ha comido terreno. Pero es que además, gana peso el planteamiento del historiador Sindo Mosteiro de que la mítica torre fue construida entre 1490 y 1529 y era, en realidad, el habitual punto de referencia que los señores de los últimos siglos de la Edad Media acostumbraban construir en sus jurisdicciones, y para nada un sistema defensivo contra invasiones bárbaras. 


Así las cosas, desde el Incipit señalan que las fechas coinciden con la construcción de la capilla  y la fundación de la villa, de tal manera que a finales del siglo XVI habría un conjunto compuesto por estas dos edificaciones más una pequeña muralla, algunas casas y quizás una calzada que lo unía con el continente –el puente es de los años 90–, donde ya empezaba a aflorar el barrio de San Tomé; la “Vila Nova” en aquel momento. La decadencia del islote habría empezado en el siglo XVIII. 


Sobre el origen castrexo, el concejal de Patrimonio, Liso González, señala que los restos de combustión casarían con la fase media de este período, “coincidindo coas datas en que os moradores destes poboados empezaban a baixar de lugares elevados cara os vales e a costa”. Y podría ser que procedieran del más próximo, el de A Pastora.


No obstante, no se ha podido determinar si las estructuras de tendencia circular vistas en las prospecciones de 2021 se corresponderían con este momento histórico. Aunque el equipo de Mallo casi lo descartaba en aquel momento porque los materiales sellados por el derrumbe eran de época medieval. 

 

"Urxente"

Lo que está claro es que la también llamada Illa da Figueira tiene un gran potencial y “é urxente un estudo histórico e arqueolóxico completo e rigoroso deste enclave con tantos siglos de ocupación humana”, señala el arqueólogo del Incipit Carlos Otero. 


A este respecto, el edil señala que estudiarán los pasos a dar: si realizar más excavaciones para descubrir por completo la capilla y si musealizar este y alguno más, pero siempre restos con entidad, porque en cantidad requerirían de una atención y conservación costosa y complicada en este entorno. 

 

 

La datación por radiocarbono confirma que San Sadurniño estuvo habitada desde la época castrexa

Te puede interesar