Desde hace varias semanas el centro de salud de Baión, en Vilanova, cuenta con un vigilante de seguridad. Esta medida fue tomada después de que profesionales del ambulatorio sufriesen dos intentos de agresión. “Non imos consentir ningún tipo de agresión, nin verbal, nin física cara os nosos profesionais”, comenta José Flores, gerente del Área Sanitaria de Pontevedra - O Salnés.
Desde el SERGAS indican que la notificación de estos dos intentos de agresión por parte de diferentes personas les “obligó a tomar parte en el asunto” e implementar la figura de este vigilante de seguridad para garantizar la integridad de todos los trabajadores del centro.
En sus declaraciones, recuerda que, cualquier figura sanitaria tiene carácter de autoridad, por lo que su agresión es considerada como delito.
Por su parte, una vecina de la zona, se queja del trato recibido por parte de una médico de este mismo centro de salud. “Négase a vir aos domicilios. Miña nai de 91 anos está impedida, non pode desprazarse” indica esta usuaria del ambulatorio. La solución que , indica, le dieron desde el centro de salud a la falta de atención médica a domicilio, fue el envío de los servicios del 061. Este remedio no convence a la persona, ya que, comenta, “quero evitar que a miña nai vaia ao hospital sen necesidade para evitar contaxio de COVID”.
La vecina de Baión comenta que ya ha puesto quejas en el SERGAS y que muchos pacientes “están cansados de esta doctora”. Por su parte, desde la gerencia del área sanitaria Pontevedra - O Salnés, comentan que no tienen ninguna notificación por escrito de quejas de pacientes que pertenezca al cupo del consultorio de Baión.