La controversia por la utilización pública de dependencias del Pazo da Rúa Nova en András, como su capilla, da un giro de tuerca más. El alcalde, Gonzalo Durán, vinculó ayer directamente la polémica con lo que, entiende, puede ser constitutivo de un delito contra las ceremonias o manifestaciones religiosas, del artículo 523 del Código Penal. 

Lo hace ante la resistencia de parte de la familia propietaria a que allí se realicen actos públicos. La controversia radica en que el Concello tiene firmada una cesión de uso por la propiedad, pero hay parte de esa familia que considera que también son titulares del bien y no están dispuestos a ceder el uso. 

La misa prevista mañana con motivo del San Miguel das Uvas y la posibilidad de que esa parte de la familia ponga algún tipo de impedimento para la celebración del acto en la capilla del pazo llevó ayer a Durán a vincular la cuestión con el delito citado. Lo hizo en una intervención para TVG y en un comunicado del Concello a los medios. Así, el regidor hace “referencia a un artigo do Código Penal, facendo unha clara suxestión aos implicados no Caso de Rúa Nova”. El artículo en cuestión señala que “el que con violencia, amenaza, tumulto o vías de hecho, impidiere, interrumpiere o perturbare los actos, funciones, ceremonias o manifestaciones de las confesiones religiosas inscritas en el correspondiente registro público del Ministerio de Justicia e Interior, será castigado con la pena de prisión de seis meses a seis años, si el hecho se ha cometido en lugar destinado al culto, y con la de multa de cuatro a diez meses si se realiza en cualquier otro lugar”.