En materia de suministro de agua potable, la Mancomunidade do Salnés tiene pendientes otros dos proyectos esenciales, como reconocía el presidente David Castro. En el caso de la obsoleta tubería que lleva el agua hasta O Grove y que sufre continúas fisuras –las cuales hacen temblar a sus vecinos cada vez que suceden–, desveló que se está barajando otra alternativa a la histórica: sustituirla y cambiar su trazado –actualmente discurre por debajo de la ensenada de Dena–. Fue durante la presentación del nuevo proyecto de mejora de la eficiencia energética del bombeo del río Umia. 

El también alcalde de Ribadumia detalló que se trataría de aplicarle una especie de “camisa” por el interior, de tal manera que se garantizaría una impermeabilización de unos 40 años, según le trasladaron los técnicos en una reunión mantenida precisamente ayer. Sería la “máis sinxela e económica”, avanzó, pero aún así, indicó que no hay nada decidido al respecto. 

Y en cuanto a la necesidad de duplicar la capacidad de producir y almacenar agua potable en la ETAP de Treviscoso, el presidente señaló que siguen recabando datos para redactar un anteproyecto que sea de futuro y que esperan tener terminada esta fase en el primer trimestre del año que viene. Tendrá un coste de unos 150.000 euros y garantizó que la Xunta mantiene “apalabrados” los 4 millones de euros para ejecutarlo, aunque apuntó que es posible que sea preciso el doble y haya que ejecutarlo en varias fases. 

El propio Castro reconoció que es un asunto de “necesidade” que se viene reclamando desde hace más de una década y defendió sus avances.