La restauración de la emblemática fuente de Alfredo Brañas está a punto de concluir después de casi tres meses de trabajos no exentos de dificultades, según el concejal de Patrimonio, Xurxo Charlín. Pero además de recuperar su esplendor, se ha comprobado que es posible que vuelva a suministrar agua tras 30 años de ausencia y que incluso sea potable, pues antes no lo era.
Charlín explicó que es necesario ejecutar una obra menor para introducir un tramo de dos metros de cañería en la esquina de la plaza y así suministrar agua de la traída y no del manantial para evitar problemas de potabilidad. Pero estos trabajos se ejecutarán después del verano porque no estaban incluidos en el proyecto original y es necesario pedir un nuevo permiso a Patrimonio de la Xunta. De hecho, ya se había anunciado que se iba a estudiar esta posibilidad una vez comenzara la restauración, para ver cómo estaban las cañerías, que son de cobre y estaban en muy mal estado, según Charlín. Ayer realizaron algunas pruebas y comprobaron que era posible recuperar esta función, que la fuente perdió hace unos 30 años. El edil detalló que fue cuando se reformó con alumnos de un obradoiro de emprego y porque presentaba problemas con el desagüe. No obstante, no era apta para el consumo humano.
Según las mismas fuentes, el resto de trabajos de restauración estarán terminados en unos 15 días. La lámpara que la corona ya está reparada y solo falta instalar las luces que funcionarán con energía solar. Además de esto, el proyecto incluía reparar algunas fisuras de la piedra de esta obra del malogrado escultor cambadés Narcisco Pérez y que cumplirá cien años en 2025. A pesar de su valor artístico y de ser todo un emblema, estaba en decadencia y muchos usaban sus pilas como cenicero.