Los setenta han vuelto. El colegio de O Mosteiro ha constatado en los últimos meses cómo entre sus alumnos se ha puesto nuevamente de moda el célebre rompecabezas que Erno Rubik alumbró en 1974 y que conquista desde entonces a millones de entusiastas.
Tal fue el furor entre los estudiantes de Meis que sus profesores han querido aprovechar el tirón del cubo para canalizar esta inquietud por aprender y convertirla también en una actividad para enseñar. Así, se trabajaron conceptos matemáticos que se ocultan tras el ingenio y se potenció que los estudiantes aprendan a enseñar a otros.
La jefa del departamento de Matemáticas del centro, Maruxa Barca, explicaba ayer que ese fue, justamente, uno de los objetivos de esta actividad: Dar espacio y tiempo para que los alumnos que ya saben o bien resolver los cubos o aquellos que conocen bien alguna de las partes del proceso —como puede ser la solución de una o varias caras— formen a quienes aún van algunos pasos por detrás. Tal fue el interés que como docentes se contó con 26 estudiantes. Y aunque como aprendices se esperaba solo a los de Secundaria, la fiebre por el rompecabezas movió también a los de Primaria. Quedó claro pronto que en el colegio hay talentos: Quienes gracias a tutoriales de YouTube resuelven ya el mítico cubo 3x3 en pocos movimientos, pero también otros modelos más complejos como el 4x4 o el 5x5, que suman más celdas al original.
En Ribadumia
Por su parte, los alumnos del Julia Becerra de Ribadumia recibieron ayer la visita de la escritora Ledicia Costas. Pudieron comentar sus obras con ella y descubrir anécdotas de la literatura infantil.