El gato acribillado a balizanos esta semana en Cambados se recupera en la clínica del Refugio, pero sus responsables son cautos porque no está fuera de peligro y todo dependerá de cómo evolucione a lo largo de la semana. Su presidenta, Olga Costa, explicó que rechazaba el alimento líquido que le están suministrando, pero van consiguiendo que coma algo a base de forzarlo, aunque se pasa gran parte del tiempo sedado porque “presenta mucho dolor, pero tenemos esperanza”.
El siamés apareció tiroteado con una docena de proyectiles alojados en su cuerpo y abandonado al borde de la muerte dentro de un saco. Costa explica que presentaba temor cada vez que un humano se acerca, aunque “sucedería con cualquier gato porque está fuera de su entorno y no conoce”, apuntó.
En cuanto a la investigación para encontrar al autor, la presidenta indica que de momento no hay novedades, ni tampoco han recibido pistas. Con todo, siguen apelando a la colaboración ciudadana por si alguien vio algún coche o persona por la zona de Castrelo donde apareció. El Refugio celebra la otra cara de la moneda en esta historia y es la “muchísima gente que se ha interesado por su estado, incluso viniendo a verle”.