La Guardia Civil intervino esta tarde en Monte Castrove tras recibir una denuncia por la presencia de un grupo de personas celebrando una fiesta cerca de los petroglifos. Según el denunciante, estaban a menos de diez metros de estos elementos protegidos, con lo cual no se estarían respetando los 200 metros del entorno de protección y por eso alertó a su servicio de protección de la naturaleza, Seprona.
Testigos presenciales relataron que había tiendas de campaña y una carpa y se estaba consumiendo alcohol. De hecho, se calificó esta reunión como una "rave" y otras fuentes indicaron que llevarían horas en el lugar, donde también había aparcados sobre una docena de coches.
La alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, explicó que la única constancia que tenían de lo sucedido es que en esta zona, donde están las antenas, "houbo unha quedada de ciclistas e se estaba a celebrar unha festa". No obstante, desconocía más detalles y si estaban contraviniendo alguna norma o ley.
Desde la Asociación para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego lo tienen claro. La entidad denunció que, a la vista de las pruebas fotográficas y de vídeo recibidas, estas personas se estarían saltando la Lei de patrimonio cultural de Galicia en lo tocante al contorno de protección. Explicaron que para el caso del yacimiento arqueológico es de 200 metros y respecto a los restos de la capilla de Santa Mariña sería de 100 y, según han visto, estas personas "estaban a dez metros".
Asimismo recuerdan que para realizar cualquier evento cerca de bienes protegidos como estos es necesario contar con una autorización de Patrimonio de la Xunta que, para concederlo, exige una serie de medidas de cautela en aras de proteger posibles efectos negativos sobre los bienes. "A alarma saltou porque a xente está moi preto destes elementos e nun evento con alcohol e festivo que poden conlevar riscos para estes bens", añadieron.