La turista que llevaba desaparecida desde el sábado en Cambados fue hallada sin vida en la mañana de ayer en una finca de A Modia, a unos dos kilómetros de distancia del lugar donde se le perdió la pista. Fue sobre las ocho de la mañana, cuando unos vecinos que iban a trabajar en unos invernaderos vieron a una persona en el suelo en una parcela aledaña y avisaron a los servicios de emergencias, pero cuando los sanitarios llegaron al lugar solo pudieron certificar su muerte. 

La Guardia Civil investiga el triste suceso y mantiene abiertas todas las líneas de investigación a la espera de que se le practique la autopsia. No obstante, no se hallaron signos aparentes de violencia y no se descarta que la mujer se desorientara y acabara sufriendo un golpe de calor. 

El día del hallazgo, los agentes se personaron en el lugar, junto con la Policía Local. También el alcalde, Samuel Lago, que junto al jefe del Cuerpo local, trasladó la noticia al marido de la víctima, a un hijo y a otros familiares que se trasladaron desde Asturias a Cambados para acompañarle. La pareja había llegado el sábado al mediodía a la capital del albariño en autobús, como parte de una excursión de fin de semana y, de hecho, ayer el grupo ya se había ido.

Cámaras

Diley, de 78 años, desapareció en la misma estación de autobuses a la que llegaron. Según la cronología realizada por el operativo de búsqueda que se desplegó este fin de semana, cuando los excursionistas bajaron, ella fue al baño y al salir del aseo, en lugar de coger el camino de sus compañeros y salir por la zona del parque infantil, lo hizo por la de andenes, como se ve en las cámaras de videovigilancia. Según el regidor, su marido contó que cuando se dio cuenta de su ausencia fue a buscarla, pero ya no la encontró. Posteriormente, hay testigos que la vieron en tres establecimientos en los que preguntó si tenían una comida para un grupo de Avilés, el suyo, y luego ya se le perdió la vista. Asimismo se expuso que desconocía el nombre del hotel donde se iban a alojar en Cambados, así que no podía dar más señas para recibir ayuda.