La charla ofrecida el pasado fin de semana por el BNG para comentar a los vecinos sus “medidas de presión” para evitar el cierre definitivo del asilo dio lugar a una “xestora formada por veciños, familiares e traballadores” con el propósito de conseguir con la conselleira de Política Social la negada reunión al alcalde. Han empezado a recabar firmas –el Bloque realizó una anterior sin éxito– y algunos de los papeles se han llevado incluso a concellos vecinos buscando apoyos para que la Xunta compre el Pazo de Montesacro y lo convierta en una residencia pública.
Así lo explicaba el portavoz nacionalista, Liso González, señalando que dio parte al resto de sus socios del cuatripartito con el que gobierna el Concello y recordando que su organización llevará al Parlamento varias iniciativas, como volver a presentar una enmienda al presupuesto autonómico.
Una de las promotoras de la iniciativa es María José Cacabelos, una vecina del barrio de San Tomé muy activa, como demostró en su profesión de mariscadoras y como exconcejala de este mismo grupo. Sin embargo, ayer aseguró que la recogida no responde a una iniciativa política, sino de cambadeses preocupados por el cierre del asilo, previsto para antes de Navidad y que ya está empezando a reubicar a los 53 residentes. Porque “mesmo entre os veciños de San Tomé hai xente maior, na comarca non hai residencias públicas e logo conseguir unha praza é imposible, ademais de que as privadas teñen prezos prohibitivos”, explicó.
Pero es que además, les da “pena” que el edificio pierda esa labor asistencial que tiene desde hace 85 años y que los residentes actuales tengan que irse lejos. “Aquí hai familias que van a velos todos os días e os sacan a pasear.Co traballo, cando van poder ir agora a velos?”, se pregunta. Tanto ella como otros participantes creen que “é cuestión de vontade política” y que el Pazo cuenta con metros edificables suficientes para convertirlo en una residencia que cumpla la normativa.
Que la acción haya surgido de esa manera no ha sido muy bien recibido por algunos familiares de residentes que, cabe recordar, llegaron a formar una plataforma, ya disuelta. “Agora que xa está todo feito, que xa pecha e se levan aos familiares? Xa é tarde, non se pode facer ruído por facer” señalaba una pariente contactando con este medio tras saber de la misma. “Cando se tiñan que unir os cinco representantes do pobo polo ben común, que para iso está a política, non o fixeron e acórdalles agora? Só lles importa o ben individual”, añadió. “Estou indignada e decepcionada cos políticos”, agregó otra.