Los 12 detenidos en la operación Munari contra una presunta organización arousana dedicada a fabricar planeadoras para el narcotráfico pasaron ayer a disposición judicial en Cambados en una jornada maratoniana que se prolongó desde la mañana hasta la noche. Pasadas las 23 horas, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia informaba de que la jueza del número 4 dictó prisión provisional comunicada y sin fianza para ocho y para los cuatro restantes, decretó su puesta en libertad con medidas como la retirada del pasaporte, la prohibición de abandonar el territorial nacional y la obligación de comparecer en el juzgado cuando sean requeridos. Todos están siendo investigados por los delitos de contrabando -continuado-, pertenencia a organización criminal y contra la salud pública.
Los investigados llegaron a la sede judicial en un autobús de la Guardia Civil y empezaron a prestar declaración sobre las 11 horas. Poco antes se había alzado el secreto y sus respectivos abogados pudieron acceder a las diligencias. Los agentes condujeron a los detenidos ante el juez y el fiscal antidroga de Pontevedra para responder a sus preguntas.
En la operación, que explotó el miércoles, se apresó a 21 personas, pero nueve quedaron en libertad en sede policial. El resto eran los que pasaron ayer a disposición judicial y del autobús del Instituto Armado descendieron el vilanovés P.V., al que los investigadores sitúan a la cabeza de la presunta organización. Se trata de un joven sin antecedentes y que, según fuentes próximas a la investigación, habría iniciado un negocio ilícito recientemente.
“Carlos, tranquilo, ¿vale? Todo bien”, le trasladaron personas cercanas a un arrestado cuando bajó del bus
También estaba el primo del histórico narcotraficante Sito Miñanco, Ramón Bugallo Martínez, que fue detenido en su casa de Os Olmos, en Cambados, y que es un viejo conocido de la lucha antidroga, así como un hijo de este, relacionado con el piso registrado en la Avenida de Galicia, y un vilagarciano que responde a las iniciales de J.P.F., entre otros.
Junto al vehículo policial también se pudo ver a familiares o personas cercanas a los arrestados que les trasladaron palabras reconfortantes: “Carlos, tranquilo, ¿vale?. Todo bien”, le indicaron a uno de ellos cuando descendía con la cabeza gacha. Le respondió: “Sí”. La misma voz elevó el tono para gritar: “Ánimo, Esteban”.
Cabe recordar que cinco detenidos son gallegos y que otros cuatro fueron apresados en Salamanca, aunque también hubo detenciones y registros en otras comunidades autónomas y en Portugal. La red tendría ramificaciones para poder construir las rápidas narcolanchas que luego vendían a organizaciones de narcotraficantes para su traslado a tierra. Así lo creen los agentes implicados en esta operación dirigida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Cambados y ejecutada por los grupos de la Guardia Civil ECO y EDOA con apoyo de Greco de Policía Nacional y Vigilancia Aduanera.
En total, se practicaron un total de 27 entradas en propiedades como viviendas y naves, algunas de ellas ubicas en Castrelo y Corvillón (Cambados), Meaño, Ribadumia, Vilanova y A Illa y también en poblaciones de Castilla y León, Cataluña, Madrid y el país luso. Así, 15 fueron en Arousa; cuatro en Salamanca; tres en los municipios madrileños de Torrejón, Alcobendas y Arganda del Rey; otros tantos en Cataluña, en las ciudades de Barcelona, Martorell y Sant Feliu de Llobregat; mientras que los dos restantes se realizaron en Portugal.
Para esto “fue fundamental la colaboración de los magistrados de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Judicial Penal (Eurojust)” que tramitaron la orden emitida por el juzgado cambadés para realizarlos de manera simultánea en el país luso y en España, tal y como informó el TSXG.
Respecto a los bienes intervenidos, habría una veintena de embarcaciones planeadoras y motores de gran cilindrada, entre otros elementos utilizados para construir estas embarcaciones, como moldes. Y es que el objetivo de esta importante operación policial, bautizada como Munari, era desmantelar la estructura de una organización dedicada a fabricar embarcaciones rápidas, planeadoras, que luego vendía a redes de narcotraficantes para realizar los trasvases de mercancía en alta mar, de la nave nodriza a tierra.