Él es Ángel Lodeiro, un vecino de San Martiño de Meis, a quién hace dos meses el destino le dio un duro revés. Este meisino de 40 años y dos hijos, necesita un trasplante de médula ósea y anima a la ciudadanía a donar, por su bien y el de muchos otros a quienes les va la vida en ello.
Su lucha comenzó el pasado mes de febrero cuando le diagnosticaron leucemia mieloide aguda pero todo empezó con un simple control rutinario. “Foi de casualidad, nunha proba que fai a empresa saleume que tiña anemia férrica”, explica Ángel. A raíz de eso, empezó a notar inflamación en los ganglios del cuello, por lo que decidió ir a una revisión con su médico y tras acudir al otorrino y diferentes análisis, finalmente se dio con el diagnóstico. “Afortunadamente non se colleu nun estado moi avanzando, aínda non tiña moratóns no corpo, que é un dos síntomas”. Además, explica, acudir a fisioterapia por unas contracturas también le puso en alerta, ya que debido a la manipulación de la zona, los ganglios salieron hacia afuera, de lo contrario, asegura, “non me houbese dado de conta do que estaba pasando”.
Una vez conocido el diagnóstico, empezaron los tratamientos, “estiven 27 días ingresado en Montecelo con medicación e quimioterapia, non funcionou pero por sorte leveino bastante ben sen notar os efectos secundarios, que era o medo que tiña”, cuenta Ángel aliviado.
En Semana Santa pudo volver a casa, “verte fora do hospital e estar na casa coa familia dame ánimos, intentas facer vida normal dentro do que se pode”, asegura.
Ahora sigue con tratamiento específico y controles semanales a la espera de un transplante de médula. “A cousa está estable pero estou a espera de que apareza alguén compatible. A miña irma fixo a proba pero solo é un 50 % compatible. O mellor é atopar unha médula que o sexa máis do 90 % , e senón no último caso será a da miña irmá, pero tería que facer transplantes máis veces”.
Por ello, resulta tan importante la donación de médula, “ao decir transplante a xente pensa que é algo máis complicado pero en realidade solo é un pinchazo. Un pinchazo que non costa nada pero que pode salvar moitas vidas”, recuerda.
Y es que donar médula es más sencillo de lo que parece. Pueden hacerlo las personas entre 18 y 40 años y para ello pueden acudir al hospital de Montecelo donde se indicará como pueden hacer, o sino a través de la Fundación Josep Carreras. Se realiza una extracción de sangre como en una analítica común y en algunos casos basta con mojar un bastoncillo en saliva. En el caso de resultar compatible con alguna persona que la necesite, se procederá a la donación en sí, que consiste también en una extracción de sangre.
Este meisino es una de tantas personas que necesita de este pequeño gesto desinteresado y anónimo. “As donacións son para todos os que as precisen, quen queira axudar non pode facelo solo para min, non podemos ser tan egoistas”, manifiesta Ángel.
La suya es una de esas batallas en las que resulta fundamental el apoyo de familia y amigos, como de tantas personas que se están volcando a través de las redes sociales para que se conozca su caso y que anime a la gente a donar médula para salvar vidas.