El contrato para crear una red de carga de vehículos eléctricos en la comarca de O Salnés ha captado el interés de dos importantes multinacionales del sector energético. Se trata de Charging Together, una alianza empresarial entre Iberdrola y la petrolera británica BP para crear una red de electrolineras en España y Portugal, y EDP, una sociedad de origen portugués con capital chino. Los técnicos evaluarán ahora las propuestas de ambas.
Con este resultado, la Mancomunidade do Salnés ha visto cumplido su objetivo de atraer a grandes empresas del sector teniendo en cuenta que la inversión estimada es de un millón de euros y que su propósito es conseguir una red de calidad, en el sentido de que ofrezca un servicio de última generación. De hecho, uno de los criterios que más pesaran en la valoración es un aumento de la potencia mínima exigida, que es de 44 kW por cada uno de los 24 puntos de carga previstos. Y es que cada uno contará con dos puntos de suministro de una potencia de 22 kW con carga semirrápida. De hecho, se pide la implantación de modelos avanzados tecnológicamente para que un coche pueda estar casi lleno en hora y media.
El adjudicatario se quedará con el beneficio de la explotación y a cambio deberá pagarle, como mínimo, 16.248 euros al año en concepto de canon por ocupación del suelo público que los concellos le “alquilan” para instalarlos. El contrato tendrá una duración de 15 años, ampliables a otros cinco.
El adjudicatario deberá encargarse de todo, desde obtener los permisos, hasta pintar los aparcamientos y por supuesto, de la infraestructura eléctrica y de equipamientos de los puntos de carga, así como de su mantenimiento. También de implantar una plataforma digital para su gestión, así como una aplicación móvil.
Según el pliego de condiciones, con esta, el usuario podrá localizar las electrolineras; hacer el pago con tarjeta; reservar con una antelación de 30 minutos; gestionar la recarga y revisar la energía consumida; filtrar los puntos en un mapa según diferentes criterios, como el de disponibilidad y tipo de conector, así como planificar rutas con una herramienta que, indicando el destino y el origen y nivel de carga, optimizará automáticamente la ruta de viaje y sus recargas.
La empresa se quedará con el beneficio obtenido por la explotación de esta red y no habrá “ninguna obligación económica” para la Mancomunidade ni para los concellos. A cambio, le tendrá que pagar ese canon que, sumando el total de años del contrato, reportará 243.000 euros. En concreto, supone un 6% del valor de esos terrenos públicos.
Como ya avanzó este diario, cada ayuntamiento tendrá una estación, excepto Vilagarcía, Sanxenxo y O Grove, que han pedido dos. Cada una tendrá dos puntos de recarga. En la ciudad arousana estarán en el aparcamiento de Fexdega y en Rosalía de Castro, junto al Museo do Ferrocarril; en la villa meca se ha elegido la confluencia de la Rúa da Praza con la Avenida de Beiramar y la calle Castelao, mientras que en Sanxenxo, una estará en Portonovo (Rúa Río Baltar) y otra en el Auditorio Emilia Pardo Bazán.
La de Vilanova estará en la Praza do Cabo; A Illa la tendrá en Valle-Inclán; Meis, en la Avenida Médico Paz García; Ribadumia, en Espadeiro, Barrantes; Cambados, en la Avenida de Madrid y Meaño, en Rúa Ponte Dena, en la PO-550.